Hablemos, al menos por un momento, de las panaderías en Venezuela.

Honestamente, el pan es una cosa seria. Más que todo por el hecho que el trigo difícilmente se puede dar en las tierras tropicales que abundan en la cuna de libertadores; no por nada el asunto de traer harina de trigo del extranjero sale mejor, así solía ser en días pasados, esos días que no van a volver. Pero que, extrañamente, no faltaba el pan en las panaderías así como otro tipo preparaciones hechas con la harina de trigo.

La segunda independencia  le ha sentado fatal a unos cuantos, entre ellos me incluyo, mira que no hay mayor ejercicio de libertad económica y soberana que hacer largas filas para esperar un pan, a “precio justo” establecido por el amable gobierno que se debe “al pueblo” y que, como casa rara, vive el constante acoso de una guerra imaginaria. Guerra que se libra sin cuartel, pero con comunas, contra otros socialistas pero que los tildan de “derechas”.

Pero que yo recuerde, el trigo y todo lo que conlleva sembrarlo  no tiene distinción política o económica alguna, pero realmente tiene una importancia muy grande para el país; no estamos hablando netamente de un producto agrícola, estamos hablando de la materia prima de muchos negocios a nivel nacional, sin distinción alguna que si esos negocias hacen pizza, pan, donas o dulces. Allí se ve la importancia no solo de los rubros agrícolas en general para la sociedad más allá de la noción de que nos sirven para comer,  sino que son también un medio que necesitamos para el comercio.

Yo dudo mucho que la gente que nos formamos a comprar pan lo hacemos con una sonrisa en el rostro ya que estamos ganando una guerra imaginaria; más recientemente la panadería más cercana de mi casa solo abre hasta el mediodía, con sus mostradores vacíos y mercancía generalmente vieja. Algo que se repite quien sabe si a nivel nacional, por el mero hecho que a alguien se le ocurrió la idea que el comercio es malo.

 

See Your Space Cowboy

 

Finalizando con: Maison Ikkoku vol. 5

La quinta entrega de la obra, estamos ya a casi nada de la recta final de la serie y se nota aquí, el drama lo sentí más presente en comparación con entregas pasadas. Quizás la señal de eso venía por el hecho de que comenzamos con comedia en esta entrega, cosa que debería ponerte en alerta para lo que queda de obra.

Posiblemente una de las entregas en la que se hace evidente de lo que es capaz de hacer el instructor de tenis por la atención de la querida (y temperamental) administradora de la casa que le da título a esta obra; a riesgo de equivocarme, el personaje que se comporta como un Don Juan parece ser del agrado de la autora y que ese cariño comenzó aquí. Al menos eso creo, ya que parecer ser un tipo de personaje que si bien encaja perfectamente en este tipo de obras, tiene cierta constancia en otras de la autora, en ocasiones en géneros que poco o nada tienen que ver con la comedia romántica de situaciones.

Pero también vimos el mal rato que pasó el esposo de una de las inquilinas de la casa, personaje que fue mencionado pero fue hasta aquí que que se llegó a ver finalmente, así como su relación con su esposa e hijo. Aunque, la relación con la pareja protagonista, como es siempre constante en las obras de este género sin importar su nacionalidad, tuvo que afrontar algo más que los malos entendidos, unas piernas rotas y el hecho que Kyoko aún recuerda su difunto marido, aunque el tema de volver a contraer matrimonio es uno de esos temas que le va a dar dolores de cabeza, tanto a ella como a su madre.

Y para ir cerrando la reseña, debo decir que esa mezcla entre drama y comedia pues sirve para ver los colores de los personajes, más considerando que ahora nuestro querido amigo posiblemente se vaya a tardar más de lo esperado para concluir su carrera universitaria (una de esas tramas secundarias de la serie a la que extrañamente si le han sacado jugo), quizás siendo esto una posibilidad de un conflicto secundario que puede causar muchos estragos, tanto a nivel de comedia como en el drama.

La segunda gran entrevista

Nuevamente, debo aclarar que el presente mar de letras es un mero ejercicio de imaginación, así que lo mejor que les puedo decir es que se lo disfruten, ya que esto no es más que un intento de secuela de un viejo artículo de mi autoría. Sin más ni más, espero que disfruten esto.

La primera emisión del programa del Ronin Urbano, luego de un largo tiempo viviendo de entregas breves y más cambios en su rincón en el internet, decidió repetir una jugada. No era para menos, repetía invitado y tenía la esperanza que quizás eso pudiese elevar un poco las visitas que tenía o quizás, como en antaño,  hacer de esa intervención suya algo que retumbase en algún sitio. Y he aquí, una transcripción fiel a esa entrevista.

Ronin Urbano

Buenas mis niños ¿Cómo han estado? ¿Me extrañaron? Aquí en mis cuarteles secretos estamos transmitiendo, para traer algo de luz y verdad a ese oscuro, baboso e infecto mundo que nunca va a cambiar. Pero no estoy solo, ya que me acompaña un viejo conocido, con quien vengo a discutir ciertos cambios puntuales que han sucedido.

Luchador 45

Nuevamente, debo decir que es un gusto estar aquí y muy amable tu invitación.

Ronin Urbano

Creo que debo preguntarte algo serio para comenzar ¿Cómo pasamos de un plan revolucionario a la situación que estamos hoy? Digo, tú fuiste el responsable de una nueva etapa, pero que duró casi casi lo mismo que cualquier otro plan que se ha visto en la movida.

Luchador 45

Hubo un cambio de paradigmas, así de simple. Un cambio que comenzó de forma personal, ya que me di cuenta (afortunadamente por las buenas) que no era quien para aglomerar múltiples esfuerzos desde la ciudad Jardín, pasando por la capital y la ciudad industrial de la nación. Esos esfuerzos pequeños era mejor dejarlos correr por su cuenta, que matarlos tratando de coordinarlos con otros con que era incompatible.

Ronin Urbano

Debo admitir una cosa, te respeto y admiro por dar la cara cuando el proyecto que estabas llevando a cabo comenzó a hacer agua por todas partes. Aunque, te debo dar un jalón de orejas ya que yo creí en ti y en tu propuesta ¿Qué te motivó a abandonar? Más allá de lo que comentaste anteriormente.

Luchador 45

Primeramente, una situación personal y cuando vi que prácticamente se me hacía complicado ir a un sitio para tratar de enmendar la situación que se estaba presentando; creo que también me afectó ver a muchos colaboradores dar un paso atrás, tarde me di cuenta que lo que me decía era una verdad como una catedral,  estaba matando la iniciativa más pequeña, esa que fue la chispa de toda esta movida.

Ronin Urbano

Quiero tu opinión  sobre el regreso de una convención a la palestra nacional. Pero, primero la respectiva pausa musical.

Cortina musical

Ronin Urbano

Te dejé una pregunta en el aire, pero quiero agregar un adicional ¿Qué opinas de todo el nuevo entorno de los blogs frikis?

Luchador 45

Todo el asunto de ese regreso es turbio y lo sabes. Quizás invertir aquí no es la mejor idea y más considerando los comentarios encontrados que dejó cierto video. Pueden argumentar cualquier cosa, pero a mí me huele que todo fue una puesta escena. Algo a lo que estaban muy acostumbrados en hacer. Con respecto a los blog, eventualmente iba a darse un cambio incluso a tu auto proclamada némesis le iba a llegar, los cambios llegan y unos se adaptan rápido y otros van a otro ritmo, así de simple. Ocultar información, silenciar comentarios es una táctica que hay que encerrar en un basurero, eso es lo que realmente está atrasando todo el avance de la movida.

Ronin Urbano

Para ir cerrando el programa ¿Cómo crees que serán los días por venir en la movida?

Luchador 45

Si en los días de la Tribu ese tema era complicado, ya que nadie tiene una bola de cristal; la experiencia nos dice que hay cambios pequeños en una masa tan grande que apenas se sienten. Quizás con la caída definitiva de una de las convenciones primerizas en el país, finalmente podamos avanzar un poco a pesar del entorno que vive el país.