Para que no salgan los políticamente correctos en decir que esta sección solo se reseña (o se intenta reseñar) obras de este lado del charco, ya saben ese discurso rancio y aburrido de “apoyar lo nuestro, la hermandad latinoamericana” pero no dejemos de lado todo lo que se ha dicho del famoso género llamado “el realismo mágico hecho en Latinoamérica”. Mis planes era meter esta obra en la sección de Finalizando con, si bien la producción de reseñas (y artículos) comienzan a estar a un nivel medianamente decente, pues decidí cambiar las cosas un poco.
Creo que a todas estas, hablar de realismo mágico y mencionar al premio Nobel llamado Gabriel García Márquez es algo necesario. Popularmente conocido como el Gabo, el laureado con el Nobel de Literatura es una de esas personas cuya obra, muy arraigada en su natal Colombia, de alguna forma sirvió de espejo para lo que sucedía en otras regiones del continente. Lanzada al mercado en el año de 1981 considerada como unas de las grandes mejores novelas en español, a su vez como una de las (tantas) obras por las cuales es famoso el autor.
Mezclando la narración en primera persona, la crónica policial y los relatos cotidianos así como los pormenores de un asesinato, esta novela (a mi parecer breve) es un reflejo de la Colombia de los años cincuenta, ya que al parecer, se encuentra basada en hechos reales. Si bien el tema de que la verdad sobre ciertos hechos nunca se va a conocer de forma plena, así como los asuntos del honor familiar, también hay un deje (o tufo) de la rancia ideología que defendía el autor, que todo lo malo que le pasa a la gente se le puede atribuir a alguien más y que sacando de la ecuación a ciertas personas de la sociedad, las cosas podrían ir a mejor.
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