El Ojo del Samurai

Esta es la primera ocasión en la cual leo una de las obras del autor nacido en la isla Australia, aunque no es el primer autor que leo de esa nación, creo que a diferencia de James Clavell es que el señor Morris es un tanto pesado. Para darles una idea de lo expuesto, me tocó empezar la obra por una segunda oportunidad; aunque no todo es malo, ya que lo (contados) buenos momentos valían la pena la espera. Así que, creo que la presente reseña no va a leerse demasiado amable, más que todo hablando de una obra que se publicó allá en el año de 1993.

A todas estas ¿de qué trata? Pues somos testigos, al igual que el protagonista, un australiano políglota, de los planes de gran tamaño de un ciudadano japonés tiene conjuntamente con otros dueños de negocios en invertir en la Rusia Soviética la cual se encuentra al borde del colapso. Ya que ciertas regiones se encontraban alzadas y con hambre, mientras los conflictos con el mundo árabe y el golfo estaban asomando sus feas cabezas; aunque cada participante tenía sus propios intereses, de hecho el más pronunciado era el del señor Tanaka, quien quería que eslavos le devolvieran a su nación unas famosas islas y tratar de enmendar el dañado orgullo japonés.

 De hecho, creo que si bien muchos de los tópicos que aborda la obra ya son asunto del pasado, parece que estaba muy metido en el tema, así que tiene mucho mérito por eso. Pero  creo que, a modo de forma adicional, debo comentar el hecho que  aquí la portada engancha, pero se siente (al menos personalmente) la obra pudo ser más corta o si iba a tener elementos de tensión pues haber trabajado mejor en los personajes, ya que simplemente te caen mal todos. De hecho el protagonista me pareció un ególatra de cuidado

Finalizando con: Marvel Visionaries Jonh Byrne Namor Vol. 1

El especial mutante se viste de gala para recibir al primer mutante en ser publicado por La Casa de las Ideas, el Rey de la Atlántida, ni más ni menos que Namor. Namor fue uno de los primeros personajes que publicó esa empresa que posteriormente se convirtió en La Casa de las Ideas para el año de 1939, con un carácter bastante fuerte ya que como puede convertirse en un buen aliado, también es un feroz enemigo. Desde los Vengadores, Los Defensores, Los Invasores y los Cuatro Fantásticos.

La otra parte de esta reseña, pues ya sabemos quién es, ni más ni menos que don John Byrne uno de esos artistas del comic estadounidense que marcó época ya que los alumnos de Charles Xavier, el coloso esmeralda (también su querida prima), el primer equipo ramificación de los vengadores y ahora el príncipe de las profundidades han pasado por su pluma y que hace un trabajo excelente, creo que le debo dar la razón a un amigo quien me comentó que este autor le da estabilidad a todo aquel personaje a quien se le asigne trabajar.

Ya hemos visto su huella en los mutantes, la cual se siente al día de hoy, pero ¿Qué hizo en aquellos días? Pues, si bien este monarca comienza sus andanzas con el autor como un exiliado de su tierra natal y ahora, con un singular reparto de soporte conformado por padre e hija afroamericanos, así como se da una razón por las cuales ese carácter suyo es tan explosivo, razón que se encuentra relacionada con su singular historia de origen ya que es una mezcla entre una nativa de la famosa ciudad hundida y  un noble marino. Pero también, huele a aventura, a pesar de que unos consideran a este personaje como un anti-héroe, sus acciones dicen lo contrario al menos para mí.

Una aventura que no se limita a exploraciones marítimas y afrontar peligros inmensos, sino también a una aventura muy común a los ochenta, emprender un negocio en esa singular época de nuestra historia, una aventura con tintes ecologistas que no caen en lo aburrido o en el discurso rancio y quemado.  La participación de algunos de sus viejos amigos y algunas tramas secundarias hacen de la aventura mucho más interesante.