Enero y cuando la chispa comenzó.

El primer mes del año 2019 se fue, quizás sea evidente el hecho que los comentarios intermedios y su nueva etapa de los comentarios ni tan largos ni tan cortos regresaron, ya que de alguna forma debo tener algún tema que extender propiamente con las de mil palabras; pero también hay muchas cosas que se debe comentar en muchos rangos, además que el hecho que necesito hacer más mezclas con las secciones de mi blog.

En enero me tocó salirme de un empleo que desde una de las entrevistas que me hicieron el instinto me gritó que lo mejor que podía hacer era salir corriendo, pero estuve un tiempo hasta que simplemente no pude seguir más ya que cuando no te sientes a gusto, tratando de hacer lo posible para seguir adelante, pero simplemente no puedes dada la condición del mismo. Ciertamente, esto de trabajar en banco no es lo que me pintaron.

Pero enero también fue ese mes en donde las cosas relacionadas con el asco que le tienen al gobierno se hicieron evidentes, el famoso cabildo de Caracas, esa reunión de personas que inició la chispa de la independencia venezolana parece que comenzó nuevamente a hacer lo suyo. Al momento de hacer estas líneas, creo que si bien se espera mucho del nuevo presidente de la asamblea nacional.

Un tema que ha dado mucho de qué hablar, tanto a nivel nacional como internacional. Para muchos, el mencionado señor debería tomar la presidencia del país como propia, ya que es lo que se espera de él; muchos argumentan  apelando por los temas legales, temas que sabemos muy bien que el actual gobierno solo cumple cuando es a su conveniencia.

Pero también es uno donde el viejo y conocido espectro de despedirme de una amiga, en esta ocasión una de las contadas personas a quien puedo darle ese título durante mis días en la universidad, va a buscar pastos más verdes en Chile como buena parte de los profesionales. Ya que, simplemente, solo hay nubes grises en el cielo criollo.

 

See Your Space Cowboy