Diez Negritos

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que reseñé una novela de la autora inglesa llamada Agatha Christie? Bastante, de hecho, ya ni me acuerdo el año, pero si me acuerdo del título de la misma así como un hecho singular. Primeramente, si hay una persona que marcó a la novela policíaca casi tan fuertemente como lo hizo Arthur Conan Doyle, es esta señora y eso es raro, ya que no es una mujer que tengan las feministas modernas en su lista de mujeres a referenciar. Segundo, pues si hay una persona a quien le debo mi pasión por la lectura, una vecina, quien siempre mencionaba a esta autora y me atrevo a decir que en su enorme biblioteca, seguramente,  se podían encontrar buena parte de la bibliografía de esta autora.

Y ¿De qué trata esta obra? A mi parecer es la obra que sirvió de molde para esa saga de películas de tortura donde un grupo de personas aparentemente sin conexión son reunidas en un sitio (en el caso que nos atañe, una isla) por una singular persona, a modo de invitación eso sí, hay que colocar de fondo el hecho que el título de la novela es de una canción infantil y que sirve como el modo en que el asesino morbosamente opera. Me atrevo a decir que para el año en que fue publicada, el año de 1939, el asunto de la primera guerra mundial estaba fresco la obra estaba destinada a tocar ciertos temas densos.  Siendo unas de las obras más famosas de la autora, su influencia se hace notoria al día de hoy en cada obra de suspenso e incluso terror de la que parte con una trama similar, a pesar que no la haya leído, de alguna forma tomará elementos de esta obra.

Me atrevo a decir que también fue pionera en el hecho de tener un villano con un claro deje de locura y que eso lo impulsó en tratar de hacer un mundo mejor, sin importar los costos a pagar y en el caso que nos atañe, un plan de tales proporciones que saca planes como el que mueve sus ideas a la realidad.

Irredeemble del 29 al 32

Retomando poco a poco el especial, a pesar que muy posiblemente estas líneas vayan a leerse un poco apresuradas, así que dejando de lado las introducciones mal hechas, sale mejor comenzar de una buena vez. En ocasiones las reuniones familiares no son como se esperan, creo que en base a esa idea se ha trabajado mucho con cierto hombre azulado, pero aquí se lleva a un extremo que le da nueva vida al desastre que es Tony.

Si bien su regreso a la tierra no ha sido lo mejor y más si consideramos el hecho que ese singular grupo de amigos que hizo y que se trajo a la tierra, parecen más unas malas influencias que eso, compañeros. Eso sí, Tony sigue pareciendo la peor cosa que pisó nuestro planeta, llevando al extremo a muchas personas, en especial al presidente de los Estados Unidos y a lo que quedaba de su viejo equipo.

Pero lo que se mostró como la peor amenaza que tenían unos países de Asia para combatir al gigante del norte, resultaron ser los padres de nuestro demente. Y comenzó un nuevo arco argumental que aclara mucho del origen de nuestro querido anti héroe y todo lo que hay de fondo con esa locura que arrastra consigo. Quizás una reseña breve no sea la mejor opción para esta parte del especial, pero creo que es peor nada.

 

See Your Space Cowboy

Esta es una singular declaración.

Honestamente, no pensé que iba a escribir en esta sección con tanta insistencia, pero creo que el mundo friki no deja de cambiar. Más recientemente, lo que queda de la famosa inquisición de ese mundillo hizo un comentario que me tomó por sorpresa; ese comentario hacía un matiz sobre lo referente a los cambios que se están dando; muchos de los personajes de ese mundillo se han ido del país o en su defecto se han hecho un lado y quieren dedicarse a otros temas.

La nueva generación parece que si bien tiene sus nuevos venenos que aportar, tampoco quiere dejar morir el asunto. Parece que hay saraos que están sentadas en el trono, pero sin muchos súbditos a quienes pedirle que les compren la entrada; otros rincones que se dedicaban a escribir al respecto también decidieron cerrar sus puertas o en su defecto, decidieron mirar al horizonte y alejarse de la cuna de libertadores.

Han pasado muchos años, muchos han tomado sus maletas o se han retirado de la palestra, considero que no han pasado en vano. Quizás ese segundo aliento que anda tomando lo que queda de inquisición le puede venir a bien, a ver si así puede levantar un poco las visitas a su página; las cosas cambian, quizás la inyección de nueva sangre al mundillo aparte de traer todo lo referente a la cultura pop de Corea del Sur, también ha traído algo que la generación en la que estuve tampoco pudo superar algunos detalles.

Muchas buenas ideas y malas también han pasado a la historia, aunque muchas se quedaron en el tintero. A la final, nunca se vio el regreso del magno evento friki y su portal web, mucho menos la insuperable con su nuevo nombre y esta vez en lo que una vez fue La Gran Colombia; el grupo del mañana que llegó por todo lo “alto” en la ciudad jardín duró poco y quizás las cosas son mejores así.

Mis pensamientos sobre la saga galáctica llamada la guerra de las galaxias.

Inspirado por un singular comentario que hizo uno de mis primos pequeños, encantado por las entregas más recientes de la saga galáctica, ahora en manos de cierto ratón, creo que me toca verter  unas cuantas palabras sobre la misma, así aprovecho en tratar de reanimar un poco esta parte del blog. Constantemente parodiada, homenajeada y  cuya influencia ha superado varias generaciones, es una de esas franquicias que va a estar en la cultura popular quien sabe por cuánto tiempo.

Pero ¿Cuáles son esos elementos que la hacen tan perdurable? A pesar que ha tenido varias entregas desastrosas, en mi opinión personal, es uno de esos temas complicados, ya que primeramente es un conflicto familiar. En ocasiones muy de frente y en otras, un poco más de fondo, a su vez también es una épica con tintes políticos, más marcados en entregas como La Amenaza Fantasma o el Ataque de los clones, pero también es una de esas revisiones de ese famoso concepto llamado el viaje del héroe.

El viaje del héroe es una teoría, una que influyó fuertemente a don George Lucas, sobre el hecho que las grandes historias presentan un esquema parecido así como personajes que cumplen un mismo rol, una teoría que se convirtió en un recurso literario que si bien se hace difícil concretar cuándo comenzó a usarse, lo interesante del asunto es que aún sigue de pie y en uso.

Ya a estas alturas del campeonato, debo comentar que el cierre del ciclo de quien considero el verdadero elegido, ni más ni menos que Luke, me pareció uno de esos que tiene impacto; ese paso que dio de héroe a mentor y como decidió que debía cerrar su etapa, convirtiéndose por un tiempo en el mentor del próximo caballero, así como que decidió tratar de enmendar el error que había cometido en el pasado y con su sobrino, en quien vio un potencial increíble.

 

SEE YOUR  SPACE COWBOY

Anochecer

No, antes que alguien se lleve las manos a la cabeza, no estoy reseñando algún libro de la saga de los vampiros que brillan bajo la luz del sol. Creo que se hace evidente que la mencionada saga no estará por aquí y creo que su estadía en el ojo público ya pasó a mejor vida. La presente reseña está enfocada en una de esas obras de la ciencia ficción que parece que si bien marcaron época, poco la he visto mencionada, de hecho, del autor se menciona más Yo Robot o Fundación que esta. Yo recuerdo haber escuchado sobre esta obra en un documental de HC hace ya tiempo y fue ese pequeño comentario que hicieron de la misma y de su autor, cosa que me motivó a buscar material sobre el mismo.

Basada en un cuento breve del autor y sacada al mercado allá en el año de 1990, con la ayuda de otra persona, esta densa obra nos relata todos los sucesos que acontecen en un planeta con una sociedad muy parecida a la nuestra con una particularidad, existen varios soles y se acerca ese momento en que  esos soles se van a desparecer del cielo. En muchos puntos, el descenso a la locura por parte de la sociedad y hasta de los científicos que sirven de protagonistas me recordó un poco a los relatos del señor H P Lovecraft, aunque aquí la locura humana parece más (a mi parecer) un regreso a ese estado primitivo que a algo salido de la imaginación de don H P.

Es un libro, que a diferencia de las otras obras que he leído del autor e incluso de esas obras en las que colabora con otros autores, se siente densa. Quizás el ritmo lento le sirve en muchas ocasiones y se comprende, pero es una lectura pesada, bastante, eso sí cuando comienza a agarrar vuelo, es bastante interesante y creo que dice mucho la obra sobre los cultos tanto religiosos como el culto que unos le hacen a la ciencia.

Lone Wolf and cub Vol. 14

Pues bien, a pesar de lo lento que van las reseñas ya llegué al tomo número catorce de la serie y creo que hay mucho que decir. Primeramente, si bien aquí no aparecieron de forma tan prominente el clan rival de nuestros protagonistas, ya se dieron unos indicios del contenido de la mentada carta que el lobo solitario tiene en su poder.

Pero creo, con temor a equivocarme, es un tomo donde el cachorro del lobo comienza a mostrar sus colmillos y se roba bastante el protagonismo, de hecho las mejores historias aquí relatadas son vistas por los ojos del chiquillo, que ha demostrado ser tan letal como su padre. Aunque no ha dejado de ser un niño, uno que aún tiene sus buenos momentos para demostrar esa condición, así como quien sabe si es capaz de ganarse su propia serie en algún momento, o no sé si lo hizo en su momento ya que esta obra tiene bastante años encima.

Pero también la historia aquí a jugado un papel sumamente importante, no por nada también las referencias a los hechos y costumbres del Japón de aquella época han estado más presente, en especial con la historia que le da cierre a esta entrega. Particularmente, siendo una muy dura y que toma por sorpresa al lector, especialmente el final.

En lo personal, ya comienza a mostrar un hilo central para que, al menos eso quiero creer, que será una trama principal y que vaya a durar mucho más tiempo que esos tantos relatos medianamente relacionados unos con otros, más allá de la contratación de los servicios de padre e hijo. Si esta historia estuviera englobada en el género más juvenil ya desde hace rato el bajón de calidad ya hubiera llegado, ya sea en el apartado de los dibujos o algún detalle bien serio con el guión, pero hay que agradecer que no es así.

Irredeemable del 13 al 16

Seguramente, se hace evidente que poco a poco voy sacando el especial de esta serie. Creo que estos números se les puede resumir con dos palabras, pasado y agendas personales ocultas. Vimos el regreso de quien en días pasados fuese el compañero de Tony quien ahora hizo su regreso, con su agenda personal entre manos así como vemos el pasado de los integrantes que quedan de Paradigma.

Así que, voy a tratar de hacer lo posible para que la presente reseña no sea del tipo breve, ya que creo que se merece alrededor de unas trescientas palabras, a pesar que debo avanzar con el especial ya que siento que lo tengo un tanto atrasado.

Ahora con Estados Unidos bajo ley marcial y otro enfrentamiento entre Tony y sus antiguos compañeros, más la muerte de uno de ellos, se hace evidente que hay algo que puede ponerse peor; pero aún no hay nada en concreto con referente a lo que tienen en mente el engendro que ayuda a Paradigma.

Pero el mal humor de Tony lejos de desaparecer, cada vez anda peor, pero los asuntos relacionados con las agendas personales secretas van más allá de todo ese asunto relacionado con la vela que debilitó por una noche de pasión con Betty Noir, podría ser una clave para cambiar la situación a su favor, aunque ¿Sam es realmente Sam? Hay indicios que no es el mismo personaje, quien había muerto en números pasados.

Aunque no todo es malo, me parece que entre la crisis personales y de confianza, los integrantes de Paradigma se encuentran muy unidos, al punto que uno de ellos, Kaidan, acaba de tener un aumento en su particular arsenal de combate. Adicionalmente, creo que mucho se ha dañado la confianza de algunos no va a ser la misma desde que algunos detalles se filtraron y las reuniones familiares terminaron bien, a pesar de todo.

Casa Número Ochenta y seis 18

—Ahora parece que la Bella Durmiente, ha despertado. —indicó Marín, mientras escuchaba los pasos de Elizabeth por la escalera. —, creo que nunca mejor usado el título de la famosa princesa.

— Lástima que no hay príncipe para ella—comentó Richard, pero se ganó las miradas penetrantes de Bianca y Lucrecia. Mientras que la dueña de la casa estaba viendo todo aquello entre risas.

—Entonces ¿Ellos son mis compañeros de techo? Marín. Como cosa rara, mi fama me precede; pero me gustaría saber quiénes son ustedes, ya que por los vientos que soplan vamos a convivir un buen tiempo, aquí juntos.

Luego de presentarse,  la conversación se tornó más animada aunque la única que mantenía un semblante neutro era Lucrecia. Quizás esas conversaciones sobre maquillaje y demás simplemente no era lo suyo y ahora había alguien más en aquella casa que (a su parecer) ponía en peligro aquel lazo que había hecho con Arthur.

—Me alegra saber que hay alguien aquí que toma mis consejos. Pero, si mi memoria no me falla tú debes ser Lucrecia, te haría bien tomarlos. No tanto por esto del peso sino por el hecho que deberías vestirte menos gris y más ¿Cómo decirlo sin ofenderte? Más alegre.

—Cómo demócrata no tengo mucho por lo cual celebrar. Además, hacer frivolidades como la que me propones, mientras el país se tambalea no es algo que me gustaría hacer en este momento.

— ¿Es así de seca todo el tiempo? Creo que tuviste un mal rato con Arthur en tema político; como de eso no entiendo, prefiero no meterme y que me dejen en paz mientras diseño mis trajes; estamos comenzando con mal pie, te diré una cosa ¿Qué me dices algo relacionado con tus pasatiempos? A ver si compartimos uno.

—Ella es como mi difunta perra, “Canela”, no le agrada mucho esto que le alteren su rutina.—agregó Marín, quien se encontraba escuchando todo mientras preparaba algo de beber para todos los presentes— pero, vamos Lucrecia, ella no es mala persona.

“Al mal rato darle prisa” pensó Lucrecia, mientras buscaba algo en esa enorme lista de pasatiempos que tenía que pudiese ser medianamente compatible con aquella singular nativa del estado de la estrella solitaria. Finalmente encontró uno y lo comentó sin mucho miedo— Me gusta el cine, al punto que dentro de nada se hará oficial esto que manejaré el cine club de la universidad.

— ¡En serio! Bueno, ya tenemos un punto en común. Por cierto, es una pregunta para todos ¿Qué tal se llevan con ese muchacho llamado Arthur?

Aquella pregunta dejó pensando unos segundos a los presentes, pero ninguno se arriesgaba en responder. El primero en romper aquel silencio, fue Richard, quien había dicho una que otra cosa pero no tenía mucha relevancia para el relato.

—Yo me llevo bastante bien con él, al punto que estoy que lo reto a un juego de ajedrez.

—Pues en más de una ocasión me ha ido a buscar con “Silver” mientras me tocaba estudiar en casa de mis compañeros en otras partes de la ciudad—comentó Bianca—, sin importar la hora, allí estaba para ayudarme.

De repente, todas las miradas se enfocaron en Lucrecia. Alguien con quien se había llevado mal en un comienzo, de hecho casi desde su llegada a aquella casa; pero poco a poco había llegado a tomarle algo de aprecio. Pero ¿Qué iba a responder? Ciertamente apelar por la honestidad no era una buena idea, aunque ya Elizabeth se había dado cuenta de aquel pedazo de relato.

—Creo que hace rato tú misma, sin querer, describiste como me llevaba con Arthur. Ya que más recientemente, no nos llevamos tan mal, si soy honesta. Aunque creo que tu querida admiradora te puede contar más al respecto.

—No, siento comentarte que quiero que seas tú quien me relate eso. Ya que, puedo deducir por el brillo en tus ojos que esa experiencia te gustó bastante, a pesar que es un pesado en ese tema de la política ¿A que no es un encanto?

“¿Un encanto? ¿En serio? Realmente, no creo que haya dicho eso” nuevamente pensó para sí misma Lucrecia. “Lo dijo la ex prometida, o algo por el estilo y lo menos que esperaría que dijese fuese un halago” ¿Qué razones tuvo aquella diseñadora de moda en soltar aquellas palabras sobre quien fuese su prometido? Había muchos comentarios al respecto, especialmente entre Richard y la dueña de la casa.

—Es una historia muy larga y…ciertamente hay muchos detalles que me gustaría repasar primero para contarte bien eso.

—Está bien, no hay problema. Y ¿Está haciendo algo por aquí? Digo, algo como un empleo o algo similar.

—No, no solo sabemos. De hecho, Lucrecia tenía una teoría al respecto pero parece que la descartó. Aunque eso le costó los favores de la señora Marín—apuntó Bianca—, pero creo que, al menos personalmente, debe ser un empleo bastante fuerte en vista que sale bien temprano y regresa bien tarde.

—Pero de no ser por ese empleo, no hubiese pagado lo de la filtración— puntualizó la dueña de la casa—, digamos que es un misterio que le ha sido esquivo para la periodista de esta casa. Y es bastante buena con esto de investigar.

Por razones de un ligero desperfecto mecánico, Arthur y su corcel tuvieron que regresar a casa. Pero, después de abrir la puerta trasera esa que daba al garaje y ver que su abuela no estaba sola y que entre esas caras conocidas estaba la de Elizabeth, tenía emociones encontradas por dentro.

— ¡Hablando del Rey de Roma!—exclamó Marín—; creo que te enteraste un poco temprano sobre la llegada de la nueva inquilina de esta casa.

— ¿No te sorprendes en verme?—le preguntó Elizabeth al recién llegado.

—Tanto como un dolor de muelas o un resfriado. Pero, si, me tomaste por sorpresa, Elizabeth. —, me gustaría invitarte a que te sentases a hablar, pero resulta que esta casa parece más tuya que mía. Y ¿Qué te trae de regreso? Me dijeron que usualmente llegas tarde a tu casa, pero que cosas.

—Un pequeño desperfecto en el auto, exactamente con el asiento del pasajero. Así que vine a arreglar eso, antes que me llamen de nuevo a la calle.

Marín le hizo unas señales a sus inquilinos para desocupar la cocina y dejar a aquellos dos hablando, al menos por unos minutos.

— ¿Cuál será nuestra señal para intervenir?—preguntó Lucrecia.

—Cuando comiencen a gritar, además ¿Para que intervenir? ¿No has escuchado en la auto determinación de las malas relaciones?— le preguntó Richard.

—Además, así tendré una exclusiva. La verdadera razón por la cual Elizabeth estuvo ausente de su blog por cinco meses; esto es algo que deberíamos grabar. —agregó Bianca, mientras sacaba su teléfono para comenzar a hacer lo que había expuesto.

—Nada de eso, solo intervendremos si esos dos comienzan a sacarse los ojos. De resto a quedarse aquí, puedes espiar conmigo si quieren. Quiero refrescar algunos detalles sobre ese drama, así que no quiero sobresalto alguno ¿Queda claro?

Lucrecia estaba extrañada de todo aquel jaleo que se estaba formando, si bien no era la primera vez que escuchaba a Arthur usar el sarcasmo, pues era la primera vez que lo notaba tan serio y lo peor del asunto era que se había quitado su fiel sombrero de inmediato. Casi como si después de ver a Elizabeth, lo había hecho ¿Así había sido el impacto de haberla visto nuevamente?

—Me gustaría hacerte una pregunta ¿Aún recuerdas algún detalle de nuestra primera cita?

—Llovía perros y gatos. Tú vestías una prenda con lunares negros y yo de azul. Después de eso todo fue un enredo, quizás fue culpa mía o tuya, pero creo que algo llega tarde.

Irredemeeble del 9 al 12

Sigo con el especial, quizás no con la velocidad con la que quiero llevarlo, pero aún así debo reconocer que la presente serie me ha dado una buena dosis de sorpresas así como el hecho que hay mucho de donde sacar. Primeramente el grupo, llamado Paradigma, que le hace oposición a nuestro antiguo héroe tampoco son unos santos, eso queda expuesto en estos números mientras ellos desesperadamente buscan algo con lo cual pueden detener a Tony.

Sabes que la cosa anda mal cuando entre ellos mismos se esconden secretos y unos que podrían haber cambiado el curso de la historia y es en el peor de los momentos en que, gracias a la intervención de un enemigo en forma de un ser de otro mundo que es capaz de poner contra las cuerdas a estos héroes y que sirvió como villano en el pasado, es quien hizo todo esto posible.

Vemos pequeñas escenas del pasado de Tony así como ciertos homenajes que le hizo el autor de esta obra a cierto hombre azulado, pero aquí las Ideas que tiene nuestro antiguo héroe y la carga emocional que tiene encima no hace más que plantear una idea simple, en que no te pongas de su lado en muchos momentos. Es decir, tiene mucho en su favor en haber tomado ese cambio tan drástico.

Casa Número 86 17

Marín viajaba a casa con quien fuese la prometida de su nieto, una de sus vecinas se ofreció en llevarla. Aquel auto parecía un vehículo fúnebre, por el ambiente tan tenso que había y tan callado. Pero ¿Quién iba a ser el valiente en tratar de romper aquella tensión? Extrañamente, fue Elizabeth quien se arriesgó en decir unas palabras.

—Yo no la recuerdo como una persona tan seria, señora Marín. Le doy el beneficio de la duda a su vecina y amiga; pero a usted la conozco con mucha antelación.

—Digamos que amanecí con el pie izquierdo, Elizabeth. Eso es todo, además que llegas en un momento algo…tenso.

Después de eso no hubo otra conversión, hasta que llegaron a casa. Elizabeth ya estaba en casa de Marín, quien había hecho un desastre para ocultar que la filtración del techo había sido reparada.

— ¿A qué se debe este desorden?

—Filtración en el techo, Elizabeth. Lamento que me encuentres de tan mal humor, pero en el techo está el responsable de eso.

—Simplemente no me creo esa mentira, además ¿No recuerda que mi padre era contratista? Aquí hay algo más que le hecho que vives de alquilar unas cuantas habitaciones a estudiantes universitarios.

—Esta conversación va a ser un tanto extensa, así que lo mínimo que puedo ofrecerte es algo de comer y de beber ¿Estás de acuerdo?

—Eso me agrada bastante. Ya que el hambre que tengo es bastante evidente.

Marín debía organizar bien sus palabras, quizás buscar la forma de calmarse y comprender que Elizabeth iba a estar entre sus inquilinos quien sabe por cuánto tiempo y no podía estar con el estómago revuelto mientras ella estaba bajo ese techo; quizás bajando un poco la guardia, podría ella informarse un poco de los motivos que tenía aquella muchacha.

—Arthur vino para ayudarme monetariamente a reparar lo de esa filtración, lo siento que repita ese tema. Digamos que vino ya que no le gustaba la idea que me fuese a vivir a Texas y que tenía que vender esta casa y el Mustang. Al punto que él mismo lo reparó.

—Eso justifica esas compras de “Mecánica Popular” y ese repentino interés por los autos. Pero, lamento interrumpirte, por favor continúa.

—Pues Arthur se unió a este asunto de Uber, sí, es un taxista pero del nuevo Milenio. Hace buen dinero, al punto que pagamos entre los dos esa reparación  ya que no quería meter en ese asunto a los inquilinos y dejarlos sin un techo simplemente no me parecía algo correcto. Pero puedes decirme lo que quieras, pero les tomé cariño a esos muchachos, aunque no se han graduado como tú.

—No me gradué de una cosa así maravillosa, soy diseñadora de moda. Lo sé, algo que se ve simplemente raro para una persona nativa de Texas. Pero ahora te quiero preguntar ¿Te ha dicho tu nieto algo sobre el compromiso que tenía conmigo y por qué lo congeló?

Marín puso ante Elizabeth un plato blanco donde yacían dos tiras de tocineta, un huevo frito y dos panes tostados, había algo en las palabras y en la actitud de esa nueva residente que le hizo recordar las palabras de Arthur “No hay nada para mí San Antonio” ahora resonaba con fuerza en la mente de su abuela.

–A veces puede ser muy reservado, algo que lo heredó tanto de su padre como de su abuelo; pero, creo que no sería malo conocer tu punto de vista. Te lo digo, ya que tuve que lidiar con esos tres en varias oportunidades.

—Te adelanto una cosa, no me dejó plantada en el altar. Simplemente me comentó que ya no quería seguir estudiando derecho y que quería despejar su mente, creo que fue unos dos meses previos a mi primer desfile me dejó con más angustias que con ganas de seguir diseñando. Un día simplemente me lo dijo y se fue, pero dejo de escribirme o de responder los mensajes que le había dejado en sus redes sociales; aunque, debo admitir que si bien es extremo esto de perseguirlo hasta aquí, quiero verle la cara y que me comente todo eso que lo motivó a congelar el asunto.

¿Cómo era eso de congelar el compromiso que tenían? La madre de su nieto le había comentado, con alegría, aquel mencionado compromiso. Pero ¿Quién estaba ocultando un pedazo de verdad? En algún momento alguien iba a explotar y comentar eso, pero la pregunta estaba en quien iba a ser el primero en hacerlo.

— ¿Puedo irme a dormir después de comer? Quiero dormir en una cama de verdad. Ese viaje, fue incómodo, ya sabes cómo es esto de viajar en avión por trece horas ¡Trece horas!

— ¡No faltaba más! Creo que me tocará llevarte la maleta hasta tu habitación, aunque debo serte honesta, ya que no estoy para la gracia.

—No te preocupes por eso, después de dormir podré subirla. Ya que dudo mucho que tengas un botones aquí. Pero debo preguntarte ¿Dónde está mi habitación?

—En el segundo piso. Te tocará compartir habitación con otras dos residentes, en vista que…tampoco es que tenga mucho espacio aquí, pero no sabes el dolor de cabeza que nos causó subir tu colchoneta a esa habitación.

Los tres inquilinos de Marín llegaron, a la misma hora que lo hacían los jueves. Aunque, lo único diferente de aquel jueves era el hecho que ahora alguien más estaba con ellos bajo aquel techo, posiblemente lo único que se mantenía en la tradición era que aún no había señales del nieto de la dueña de la casa.

—Debo admitir que la nueva inquilina tiene buen gusto, esas maletas se ven prácticas y cómodas—apuntó Bianca.

— ¿Tan prácticas que no pudo subirlas?— le preguntó Lucrecia—, aunque debo admitir que también se ven algo pesadas.

— ¿Acaso mis ojos me están engañando? ¿Estaré viendo las siglas E.M? mi corazón se anda acelerando y estoy más que segura que no es por algún infarto.

Resultó ser que aquella diseñadora de modas con quien salió el buen Arthur no era otra más que Elizabeth Miller, quien llevaba una concurrida página web sobre modas y todos los temas relacionados a ese mundo. Como una estudiante de medicina sabía todo lo referente a la moda y al maquillaje, pues es un misterio incluso casi del mismo tamaño de como la conoció el nieto de Marín.

— ¡Yo sabía que su nieto tenía algo! Pero ¡Esto! no me lo esperaba—Bianca, estaba mucho más habladora que lo acostumbrado. —, ciertamente es todo un pícaro.

—Realmente, no. Por muy grande que sea San Antonio, todavía tiene esa vibra de pueblo pequeño del estado de la estrella solitaria. Al menos eso es lo que siempre me comenta mi hija, quien tiene años viviendo en esa metrópolis— comentó la dueña de la casa.

—Pero ¿Quién es esa Elizabeth Miller?— preguntó Lucrecia.

—Has dicho las palabras prohibidas, Lucrecia—agregó Richard—, ya nos va a soltar una de las suyas. Bueno, tú debes estar acostumbrada a largos discursos. Ya tienes experiencia en eso.

Lucrecia no respondió a aquellas palabras, pero Bianca comenzó a hablar de quien era la nueva inquilina. Si había alguien de renombre no solo en el mundo de los blogs sobre moda sino también en el mundo de las pasarelas, maquillaje y demás temas que se relacionan mucho, esa era Elizabeth. Tres desfiles que fueron un éxito, una línea de ropa que se estaba comercializando directamente por Amazon y, como guinda en aquel helado, un blog que aumentaba el número de visitas de forma recurrente con sus consejos y opiniones sobre los hechos más recientes del mundo de la moda.

“Con tanta laca, secadores de cabello y maquillaje puedo comprender las razones por las cuales Arthur la dejó” pensó la estudiante de periodismo, quien parecía haber conocido su opuesto.