Mientras llega agosto.

Mientras espero que mi servicio de internet se ponga estable, a pesar del hecho que el mismo depende del servicio eléctrico  me ha dado por escribir unas quinientas palabras, en contra peso a la labor que venía haciendo de transcribir los escritos que estoy haciendo, en ocasiones creo que esos merecen un cierto humor de mi parte así como saber que no estoy tan apresurado en escribir; lo bueno de escribir para mi blog es que son quinientas y tantas palabras que pueden hacerse rápido y quizás esta no sea la mejor introducción, pero para mí cumple con su cometido. Y creo que me toco hacer una reducción en mi lista de candidatas de las festividades frikis que pueden estar de regreso, mira que reducir el asunto a dos no se le puede llamar precisamente una lista, pero espero pensar con claridad a quienes colocar.

Mientras, pareciera que el mundillo friki regional anda agarrando un segundo aire y no soy quien, para negárselos, pero creo que el asunto es un tanto más profundo que eso. No nos hagamos los tontos ya que las entregas entre eventos parecen estar más distanciadas las unas de las otras, así como los viejos sitios de reunión de los grupos frikis parecen que han retomado al sendero que tenían en antaño. Hoy estamos y mañana quien sabe, parece que es una de esas frases lapidarias que estaba destinada a los grupos que siempre generaron quejas entre algunos cuantos y muy en especial con los profetas del caos. El mundillo no se acabó cuando se terminó el asunto de los grupos, mucho menos terminó en un baño de sangre como los mencionados profetas quería que pasase.

Las divisiones entre los aficionados criollos siempre estuvieron, no nos hagamos los tontos en ese tema, ya que nunca se supo manejar el tema de tener una afición. Se mezclaron los temas y se subieron ciertos humos, pero todo eso hoy es cosa del pasado; parece que el único remanente de aquellos días es la convención insuperable y que hoy no quiere mostrar las estadísticas de ventas de sus entradas ni mucho menos hacer comentario alguno que hicieron sus organizadores en años pasados. No, regresaron por alguna razón que solo ellos conocen, a pesar del hecho ya bien conocido que hay una nueva generación de frikis y que su tamaño se redujo, ya que dejó de ser nacional y se limitó a ser una festividad regional englobada en el valle de Caracas.

De eso no va a escribir la disminuida inquisición, ya que su condición como publicista indirecto ahora se ha quedado reducida en algunas funciones. No es para menos, la polémica ya no genera buenas estadísticas de visitas y tampoco es que hay con quien hacer una buena agitación; creo que es un escenario que nadie quiso ver. Lo que se ha estado haciendo es sobrevivir en el peor escenario, uno en donde la reducción de las iniciativas, así como de las tiendas era una cosa que pocos quisieron ver, siempre y cuando hubiese pases de prensas, así como organizadores permisivos, todo estaba bien.

Otra entrada del cajón del amargado.

Las presentes quinientas palabras siguen la dinámica establecida por el cajón del amargado, es decir dedicarle unos cuantos párrafos a unos asuntos relacionados con el mundillo friki de Venezuela que no son lo suficientemente jugosos como para sacarles un artículo por cuenta propia. Y comienzo con el asunto que siempre dio de que hablar en su momento ¿Qué le pasó a la mentada imparcialidad de ciertos rincones del internet? Yo sé que se escribió mucho sobre ese tema, llegando hoy que perdieron su relevancia, por mucho que se proclame a los cuatro vientos que la insuperable regresó ¿Su publicista indirecto tiene algo importante que decir más allá de las consignas?

¿Será que siguen existiendo las conversaciones en las contadas tiendas de anime? Si es que los compradores aún van a las mismas, yo recuerdo que esas conversaciones tenían una que otra finalidad, servían como una clara señal de cómo la gente alejada de los grupos estaba viendo el panorama; me atrevo a decir que es una de esas particulares tradiciones que se perdieron. Así son los cambios, en ocasiones se llevan todo por delante y sin frenos con el asunto. Aunque ¿Qué tal si se llevó por delante todas esas disputas bizantinas sobre una supuesta pelea entre el mono peleador y el bailarín del horóscopo o sus equivalentes actuales?

Si me permiten un comentario sobre el bloque anime del famoso canal Warner creo que los que siempre proclaman a los monos peleadores no deberían quejarse del mencionado. Digo, ese bloque emitió buena parte de las vacas sagradas del anime, desde el mono peleador, el bailarín del horóscopo y el ninja llorón estuvieron en antena y seguramente tuvieron un nivel decente de audiencia hasta que lo sacaron de la parrilla ¿Entonces que pasó acá? Hasta el hijo del ninja llorón estuvo en ese lote y creo que el argumento que eso no es anime de verdad u otras paridas solo ustedes le ven sentido.  Lo mismo pasó con ese canal, se quejaron de las series que tenía en emisión y las que no tenía en ese estado, así como del doblaje ¿Quién los entiende?

Creo que lo mencioné anteriormente, la ciudad jardín volvió a ser feudo de una sola festividad y todo indica que es la única con el suficiente poder de convocatoria necesario para que siga adelante. Y no dejo de preguntarme una cosa ¿Volveremos a ver al famoso cronograma friki atiborrado de festividades en Maracay? Digo, en el pasado era un asunto que había dado de que hablar, a pesar del hecho que yo nunca tuve el gusto de ver el mencionado cronograma. Hubo una época que ese asunto estaba a la orden del día y con los grupos en su mejor forma, así que estas reducciones pusieron sobre la mesa algo que pocos quisieron ver, lo que abundó fueron los eventos regulares y todos los cuentos de camino relacionados con esos.

Me quedan alrededor de unas veinte palabras para ir dando cierre a esta cosa mal llamada artículo, no dejo de preguntarme ¿Dónde quedaron esos grandes planes que tenían unos para el mundillo? Tanto los que creían que por el hecho de iniciarlo podían decirle de todo a la gente que iba a su asunto, así como los que desde la capital de la cuna de libertadores hacían lo mismo o se creían que sus acciones no iban a traer consecuencias.