Al momento en que escribo esta reseña, tengo el ojo derecho rojo y lleno de lagañas, los pulmones llenos de flema y con estado de ánimo no muy bueno. Escribo usando el ojo izquierdo y con la esperanza que se mejore pronto el otro, así que a pesar de todo voy a tratar de cumplir con lo que me toca, hacer la reseña correspondiente, mira que aún me queda mucho que decir sobre esta serie. Pero dejando eso de lado, la presente entrega fue una que a mi parecer, jugó bien sus cartas especialmente esa del enfrentamiento entre el lobo y su rival.
Aunque también fue, al menos a mi parecer, el cierre de la etapa con el experto en los venenos, un personaje que hizo bien su papel como un antagonista a las partes en conflicto y siendo una amenaza a considerar. Aunque, me arriesgo a decir que no va a ser la última vez que se vea haciendo de las suyas.
Quizás todo lo que se vio aquí, a pesar de la inundación causada por el antagonista ya mencionado anteriormente, parece ser ni más ni menos que una escalada en el conflicto; por mucho que se haga evidente que ambas partes ya no están en las mejores condiciones.
Aunque también, si hay algo que debo agregar es el asunto que no se ha bajado en el alto nivel de calidad con el cual comenzó la obra. Adicionalmente, me parece que repetir el giro de argumento en el cual padre e hijo se separa pues lo considero como uno que no podían evitar. Las escenas en silencio así como las de acción aquí brillaron como nunca, eso es un mérito enorme que le voy a reconocer a los autores así como a los traductores. Así que trataré de seguir leyendo, a pesar de lo expuesto anteriormente en referencia a la salud de mi ojo derecho y mis pulmones.