Lone Wolf and Cub Vol. 22

Al momento en que escribo esta reseña, tengo el ojo derecho rojo y lleno de lagañas, los pulmones llenos de flema y con estado de ánimo no muy bueno. Escribo usando el ojo izquierdo y con la esperanza que se mejore pronto el otro, así que a pesar de todo voy a tratar de cumplir con lo que me toca, hacer la reseña correspondiente, mira que aún me queda mucho que decir sobre esta serie. Pero dejando eso de lado, la presente entrega fue una que a mi parecer, jugó bien sus cartas especialmente esa del enfrentamiento entre el lobo y su rival.

Aunque también fue, al menos a mi parecer, el cierre de la etapa con el experto en los venenos, un personaje que hizo bien su papel como un antagonista a las partes en conflicto y siendo una amenaza a considerar. Aunque, me arriesgo a decir que no va a ser la última vez que se vea haciendo de las suyas.

Quizás todo lo que se vio aquí, a pesar de la inundación causada por el antagonista ya mencionado anteriormente, parece ser ni más ni menos que una escalada en el conflicto; por mucho que se haga evidente que ambas partes ya no están en las mejores condiciones.

Aunque también, si hay algo que debo agregar es el asunto que no se ha bajado en el alto nivel de calidad con el cual comenzó la obra. Adicionalmente, me parece que repetir el giro de argumento en el cual padre e hijo se separa pues lo considero como uno que no podían evitar. Las escenas en silencio así como las de acción aquí brillaron como nunca, eso es un mérito enorme que le voy a reconocer a los autores así como a los traductores. Así que trataré de seguir leyendo, a pesar de lo expuesto anteriormente en referencia a la salud de mi ojo derecho y mis pulmones.

Finalizando con: Brave Dan

Vamos a darle una bienvenida al maestro Osamu Tezuka, quizás la figura más grande y al mismo tiempo más renegada y confinada al olvido en el panorama del arte secuencial japonés (en especial entre los “seguidores” del mismo) un autor que ya ha sido presentado con antelación en el blog, pero esta vez hará su debut en esta sección.
Me arriesgo a decir que esta obra es una especie de versión personal del héroe criado por animales, aunque gran parte del argumento y protagonismo lo lleva un animal. Nada más y nada menos que un tigre, mientras que debe compartir protagonismo con un humano de la tribu Ainu; una tribu que se asentó en el país del sushi y que en la actualidad en el norte del archipiélago y cuyas costumbres y rasgos físicos son diametralmente diferentes al resto de la población de la nación del país naciente.

Kotan, el compañero del tigre Dan, pertenece a la tribu arriba mencionada, huérfano y salvado el verdadero protagonista de este relato que comenzó a publicarse en 1962 y quien resultó ser el elegido para buscar el tesoro de la tribu a la que pertenece, aunque deberá buscar tres llaves. Pero no está solo en tal viaje, ya que hay un profesor desalmado que también desea ese tesoro para concretar su maligno fin y quien tiene por compañero a un honorable criminal de cabello largo; si bien al principio es una historia bastante cándida y amable al retratar la relación de hermandad entre Dan y su humano amigo, el contrapeso es puesto a medida que progresa la historia; ya que las cosas que le están por ocurrir al tigre no son muy alentadoras, en especial al final de la historia. Ciertamente el final, traiciona las expectativas y es algo que impacta mucho al lector.

Quisiera agregar

Leer a este maestro siempre es una lectura muy grata, su estilo de dibujo es un clásico sin duda alguna y esta historia podrá contra con un dibujo que (de nuevo, me atrevo a decir) que podría estar muy dentro de la época en la que se le reconocía por Kimba y Astro, un dibujo bastante ágil y con una notoria influencia del estilo Disney.
A pesar de alguna que otra locura argumental y algún que otro retrato un tanto “racista”, es un acercamiento al muy usado recurso de un héroe criado por la naturaleza, como el humano del famoso “Cuentos de la Selva” o los míticos Rómulo y Remo. Y T se nota, que a pesar de todo, es una persona que respeta (a la manera japonesa) a las demás personas , sin distinción de los colores de su piel.

PD: Con esto, celebramos las mil entradas en el blog.

See your space Cowboy