¿Cuándo explotará la nueva polémica con el Miss Venezuela?

Honestamente, debería estar escribiendo sobre la desaparición forzada de una defensora de los derechos humanos, un asunto que anda dando mucho de qué hablar en la cuna de libertadores; pero no deja de impactar que la tiranía haya hecho esa jugada, alegando lo de siempre que siempre recurren que es una conspiración, así como el hecho que según el calendario dice que es año electoral y no es precisamente una buena idea que le hayan hecho esa lamentable jugada. Si bien no es una jugada ajena a la tiranía, lo que destaca en esta oportunidad es el hecho que la tiranía entró en una nueva etapa de su deporte y es el tema de reprimir a la gente.

No me voy a poner con el asunto que se le cayó la careta al régimen, ya que han desaparecido de manera forzada a ciertas personas muy cercanas a la gran candidata, unido al hecho que los presos políticos siguen siendo la carta bajo la manga en las fulanas negociaciones y creo que muchos deben preguntarse el asunto ¿A que están jugando? Y me sorprende el asunto que el movimiento feminista no hayan dicho sobre el asunto de que la persona mencionada, es una mujer y creo que eso dice mucho sobre el tema de los ataques que reciben las mujeres que dicen una que otra cosa sobre el régimen.

Así que mi hipótesis no es muy diferente a la que ya sabemos, van a buscar la forma de desviar la atención con otra polémica y creo que puede estar vinculada con el lamentable concurso de belleza. Que parece que, desde la llegada de la tiranía, la organización Miss Venezuela le ha servido para ese fin desde aquel asunto con el que fuese el responsable del Banco Central de Venezuela y más ahora que (al menos en la ciudad en donde vivo) las academias de modelaje vuelven a tener una temporada en la que se multiplican como hongos y de paso, ya no se esconden tanto y las pueden ver en los centros comerciales y en las instalaciones conocidas como los clubs militares.

¿Serán un nuevo horizonte para el blanqueo de capitales? La verdad quien sabe, aunque la sospecha es válida y si me apuran, hasta tiene cierta validez. Hoy fue una defensora de los derechos humanos, mañana va a ser otro uniformado de verde oliva, luego algún integrante de peso en el partido de la gran candidata, pero ¿Qué me dicen sobre el resto de los presos políticos? Ese Juan Pérez que, si bien no está en alguna de las infames cárceles del régimen, pero que tiene un sueldo miserable, un jefe que el mejor adjetivo que le define es el mismo del sueldo y que si puede salir a comerse una hamburguesa cada cierto fin de semana es uno de esos gustos que puede darse y solo por razones especiales.

Me quedan alrededor de unas veinte palabras para ir cerrando el presente mal llamado artículo, desafortunadamente esa es la cuna de libertadores que hasta no hace muchos años atrás los socialistas de Europa y Estados Unidos defendían de manera ardorosa, pero como la mortadela galáctica ya no está y el sucesor ya no tiene una chequera tan potente, les sale mejor mirar para otro lado.

No salgo los domingos, así de simple.

El segundo intento de artículo que hago alejado de los temas más recurrentes en esta sección del blog llegó temprano y no voy a ocultar el hecho que me toma por sorpresa. No tanto como el hecho que estoy otra vez bajo relación de dependencia en un empleo, cuento que será para otro día, sino por el hecho que el regreso a las dos actualizaciones es un cambio de ritmo que se veía venir.  Así como me voy a poner a pensar si los nuevos artículos, que se extienden a algo más de mil palabras siguen siendo algo factible, en vista que ahora no me puedo sentar a escribirlos como solía hacerlo hasta no hace mucho.

Dejando eso de lado, ya que creo que es una pésima introducción, si hay algo que me da dolor hacer es salir los domingos. La última salida que hice un domingo, la cual no fue hace mucho, confirma lo mucho que no me agrada tomar un bus y salir el último día de la semana; pudiendo estar muy tranquilo en mi casa, posiblemente tratando de sintonizar algún juego de futbol americano, considerando que la temporada ya comenzó (al menos cuando estas líneas estaban dando comienzo).

Pero la nueva tradición criolla, reunirse con los amigos ya que uno de los mismos ya tiene todo arreglado para irse de la cuna de libertadores es un motivo bastante fuerte y que llama a reunión te guste o no. Quizás mi amigo se adelantó a los hechos y convocó una reunión quizás a destiempo, a lo mejor simplemente no podía hacerla en otra ocasión por motivos varios, pero el asunto es que salir los domingos es una odisea. Y una no muy heroica, considerando la inseguridad que hay en la cuna de libertadores así como el hecho que, si los días de semana normales es complicado ir de un punto geográfico a otro en bus pues imaginen un domingo.

Seguramente, cuando estas líneas vean publicación el último paro de transporte que se hizo en mi ciudad (con fecha del quince de septiembre del presente año) ya estará mostrando sus consecuencias en la que se conoce como la ciudad jardín; el aumento del pasaje es uno de los muchos motivos por los cuales se habrán parado. Si el precio que ya tenía el mencionado era un atraco a mano armada, el nuevo simplemente confirma el hecho que sale mejor recorrer la ciudad a pie y los fines de semana si toca salir, hacerlo en las cercanías de tu casa;   si hay algo que se debe destacar del mencionado suceso, es el hecho que supieron elegir la fecha para hacer el mentado paro, pero creo que como siempre la solución sensata va a pasar por debajo de la mesa, como es habitual en la cuna de libertadores. Y es que lo sensato simplemente no genera votos y no es una medida que sube cerros, ya saben que conectan muy bien con el pueblo. Estamos hablando del medio de transporte más usado por los venezolanos que se le complica la vida esto de tener su auto, el transporte público.

No sé en cuanto vaya a quedar el mentado pasaje, de seguro el precio va a ser la evidencia que el servicio que prestan es de pésima calidad, así como el hecho de subirlo no va a hacer el milagro que, de la noche a la mañana, vayan a aparecer los repuestos y baje la inseguridad en las latas de sardinas motorizadas. Creo que el sindicato de conductores debe preguntarse si es bueno que le hayan impuesto tantas restricciones a su gremio, considerando que el que lleva la banda presidencial pues fue uno de los suyos; tampoco es buena idea culpar a todo esto a los estudiantes y sus mentados tickets, ya que los de la idea fueron ustedes, que el gobierno no haya cancelado la idea de los mismos certifica mi postura que el gobierno (sea quien sea) no debe servir de garante de ese tipo de operaciones.

Los buses que van al norte de la ciudad jardín se cuentan con los dedos de las manos, de hecho se ha estado hablando que han reducido su número gracias a la dificultad que hay en conseguir los repuestos, pero a lo que yo me pregunto ¿Aún creen en la revolución que llegó a salvar a Venezuela? La falta de repuestos así como la creciente inseguridad son consecuencias de la política que muchos de los suyos aplauden los disparates de Nicolás el Breve. Así que, solo me queda por preguntarles ¿Cuál es el miedo a la libre competencia y a no tener tantas restricciones? Digo, a la final quienes realmente van a salir beneficiados de todo eso son los consumidores.

Los primeros que buscan los accidentes de los pasajeros son ustedes al irrespetar la capacidad de llevar pasajeros de pie en sus unidades, así como los mismos pasajeros que en desesperación tienen que apelar por usar sus habilidades simiescas para aferrarse al bus con tal de llegar a casa, los repuestos no van a aparecer de la noche a la mañana si van a ponerse con comedias si restringen la subida a los estudiantes. Pero dinero para el equipo de sonido y los discos piratas de vallenato, merengue y salsa a volúmenes estridentes si hay, ya saben cómo es esto de las prioridades. Aunque no me parece tan descabellada la teoría que escuché de alguien que en realidad todos los conductores tienen el mismo cd de canciones, solo que les da pereza cambiarlos. Al menos sus hermanos que se atreven a salir de la ciudad de Maracay se les nota que entre trayectos, cambian el disco compacto.

Los domingos, simplemente no se puede salir. A riesgo de equivocarme, ese mencionado día el riesgo de ser una víctima más de la inseguridad se multiplica a quien sabe por cuánto; de hecho, es bien sabido que la inseguridad campa a sus anchas los fines de semana, buena parte de los obituarios (creo yo) se van procesando durante esos días. Pero, bueno, tampoco es que sea muy bueno quedarme en casa. Ya que tampoco tengo mucha tranquilidad en ese sitio recientemente;  ciertamente, es todo un dilema que no sé cómo podré afrontar mientras esas nubes negras sigan rondando.

 

See Your Space Cowboy