La comunidad de MTG murió, al menos la que conocí y creo que ando exagerando con esto de decir que se murió. Sé que hay gente de la mencionada que aun juega, pero en puntos geográficos alejados, pero al mismo tiempo cercanos, ya que estamos en la misma región en la cuna de libertadores, pero yo no estoy de ganas para volver a darle al juego, hay otras prioridades en mi lista y creo que mi bolsillo no me lo va a permitir. No puedo decir lo mismo sobre la comunidad de YU GI OH, ya que parece que tomó un segundo (quizás tercer) aire y parece que ha dado unas cuantas vueltas para regresar a su viejo lugar de reunión.
El entorno ha cambiado, al menos eso creo, ya que esto de conseguir un sitio en donde jugar tranquilamente parece cosa del pasado. Las tiendas ¿Seguirán por ahí? La última de la que me hablaron estaba bastante alejada de mi casa y simplemente no me animo a darle una visita y quiero dejar en claro que no tengo nada en contra de la mencionada, pero creo que dejé de ser el cliente potencial desde hace mucho tiempo; si me toca recorrer la ciudad prefiero hacerlo a pie, así de simple y creo que ya el pasatiempo de las artes marciales es suficiente para mí. Y aquí ando escribiendo de forma personal, haciendo tiempo antes de ponerme a trabajar.
Un sitio en donde reunirse que sea gratuito siempre tendrá la validación de la comunidad que lo use, por mucho que se hagan notorias las características negativas que tengan; se podría alegar sobre reunirse a jugar en un centro comercial, pero creo que hay unos temas relacionados con esos lugares y los juegos de cartas que se puede resumir de forma somera con lo siguiente. La vigilancia los va a sacar a la primera queja de ruido en exceso o si el centro comercial tiene un casino en sus instalaciones, se van a quejar de esa comunidad más no del casino y la razón es evidente, uno si le trae dinero a la gerencia.
Un sitio público de la ciudad jardín usado por un grupo de personas que se reúnen para montar una coreografía de baile no genera tanto comentario encontrado, pero cuando ese mismo lugar es usado por una agrupación similar en edad, pero juegan cartas o se gritan palabras en japonés alegando que disfrutan del anime, pues ya los comentarios comienzan a volar por parte de propios como de extraños. Pero las comunidades no mueren, cambian de personal que las integran en el mejor de los casos, aunque en otros la sentencia parece ser más fuerte. Jugar en la privacidad de un local, pagando una cantidad por usarlo parece ser un asunto del desagrado de algunos y yo puedo entender el hecho que se lo piensen con el asunto del desembolso. No tanto por el asunto de la existencia de un sitio gratuito para hacer lo mismo, lo digo por el tema de las prioridades personales.