Su extraño valentín, muñeca pelirroja episodio 3

Ese domingo me dirigí a la comisaria, estaban de guardia Jacob y el jefe. Volver a caminar por aquel recinto me tenía tenso; se me notaba lo oxidado, para mi desgracia no los encontré en la oficina del forense, aunque solo me bastó con seguir el olor a cigarrillo que había captado. Yo tenía entendido que el jefe estaba haciendo lo que podía para dejar aquel vicio, aunque hay ciertas cosas que simplemente les cuesta morir.

—¡Que alegría verte muchacho! Y ¿Qué te trae por estos rumbos? —me preguntó el jefe.

—Necesito hablar con la que era la esposa del sospechoso. —respondí.

—Me debe el desayuno de mañana, jefe. Le dije que esa persona realmente iba a ser la primera en la lista. —replicó Jacob. —, dame un momento Nick. Ya te voy a dar esa información.

—A pesar del hecho de que perdí esa apuesta, debo reconocer el hecho que tienes el estómago de hierro. Soportar a ese ser tantas horas no debió ser fácil, voy a decirle a algún patrullero que te lleve hasta la casa de esa desdichada.

—Lo mejor será que vaya al pequeño local que lleva, jefe. Dudo mucho que la vaya a encontrar en su hogar, aquí tienes la información, Nick; si quieres tener una buena racha, lo mejor será que me esperes, voy a darle una vuelta a Parque Central y sus alrededores.

Jacob y yo dejamos el pequeño jardín, yo le escuché gritar algo en Yiddish y al cabo de unos minutos ya estaba lista una patrulla para partir.

—Nick, te presento a mi primo Abraham, va a estar de apoyo. Es un hombre de pocas palabras. —me indicó Jacob, me había tocado el puesto trasero para mi desdicha. No era precisamente un sitio cómodo para un viaje, por muy corto que fuese.

—¡Menos mal! De lo contrario, diría que, si no le gusta la Ley, debería meterse al mundo de la lucha libre.

—Campeón nacional por dos años seguidos en lucha grecorromana en Varsovia. —fue la respuesta que obtuve, casi a modo de telegrama.

—¡El mismo comentario hizo el jefe el día que lo conoció! Pues, te adelanto una idea que manejamos. De un momento a otro, estos saboteadores van a tener que manifestarse; le hemos soltado prenda a los sospechosos habituales que recorren los muelles y no quieren soltar mucho al respecto.

—¿Han dicho algo así sea de manera sutil?

—Personalmente, tiene que ver con el esfuerzo bélico, aunque parecen que están buscando un blanco.

Parte 2

—¿Qué le vio Roxana a ese ser? —me preguntó Jacob. No sé si fue a propósito o coincidencia, pero la trompeta de Miles Davis y su versión de “mi gracioso Valentín” estaba sonando.

—No tengo idea, Junior. Hay que agradecer que no ha dejado descendencia, pobres de las criaturas con semejante progenitor; este barrio solía ser tan activo, ahora es una sombra de lo que una vez fue. —comenté nostálgico por alguna razón.

Les pedí que me dejasen a pocas cuadras del local, se me había metido en la cabeza que aquella visita se debía sentir lo más natural posible. Al abrir la puerta del local me llevé una sorpresa, aun había gente muy interesada en pelucas y artículos para las fiestas. De repente, escuché las siguientes palabras y con un acento que la delataba como nativa de algún rincón del caribe. —¡No pienso pagar al seguro esa cuota! Lo dejé muy claro ese día cuando me reuní con su gerente.

—No trabajo para una empresa de seguros, mi visita tampoco está relacionada con ese tema y ni mucho menos con los artículos tan particulares que tiene para vender. —le respondí y pareció que mis palabras no causaron en ella el efecto que quería. Así que difícilmente podía asociar calma con esa persona.

—Déjeme decirle que ese sombrero tipo Fedora es muy usado por cobradores de seguro, pero ¿Qué lo trae por aquí?

—Soy Nick Foster, detective privado. Supongo que usted es Viviana Lanz ¿me equivoco?

—Si, mucho gusto. Y ¿en qué puedo ayudarle? Piense sobre lo que le dije del sombrero.

—He venido a hablar sobre su exmarido; hay mucho que decir sobre él y creo que se va a meter en un problema muy serio. —“parece que no es la primera vez que esta mujer escucha esa frase” pensé y la cara arrugada de Viviana era evidente.

—Como puede ver, estoy en un momento no muy oportuno para hablar de ese tema. Tengo un pedido que cumplir, lo cierto es que no voy a hacer muy amable ¿queda claro?

En ciertos círculos, Viviana era vista como una especie de ladrón de guante blanco y muy metida en el asunto de vender baratijas exóticas. Otra de las tantas personas que fueron muy vocales con una licitación que hizo Estudio Capital y que derivó en una larga serie de polémicas. —Llegó un momento en que simplemente no lo soportaba. A pesar del hecho de que él era el músculo de la relación.

Parte 3

—Y ¿en algún momento mostró algún interés por la política?

—Durante el tiempo que estuvimos juntos, no. Era el típico bohemio que ese tema le pudo parecer un asunto pueril; la música era lo suyo, luego estaba el tema de querer parecer superior intelectualmente ante la gente.

—¡Caramba! Me da a entender que usted era algo más que el cerebro de la relación ¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

—Hace unos tres años, fue en la corte; aproveché en cerrar ese tema. Aunque la orden de alejamiento me pareció mejor, era eso o verlo cada cierto tiempo. Fue una de las mejores cosas que he hecho; claro, todo el tema de limpiar mi nombre se me hizo muy cuesta arriba desde aquel día.

—Entonces, esto es más por curiosidad personal ¿eso que me relató tiene que ver con Estudio Capital? Más de uno parece que no tiene una opinión muy favorable de esa gente.

—¡Efectivamente! Mire detective, por aquí no ha pasado. Sabe muy bien que no será recibido con los brazos abiertos. Quiero creer que desde el momento en que le coloqué esa orden, pues debió aprender a manejar el dinero ya que, desde su querida guitarra, pasando por los zapatos y su único traje, se los compré yo. —La entrevista no valía la pena darle largas, si eso era lo que opinaba la mujer que una vez lo amó. Seguramente, algo se había quebrado o liberado cuando esa relación llegó a su tan particular final y pudo darle riendas sueltas a ese comportamiento suyo. O quizás estuvo buscando algo con lo cual llenar ese vacío interno.

Dejé la tienda, pero me acompañaba la pregunta ¿Quién podía darme más detalles? Pasó por mi cabeza la idea de preguntarle a alguien mucho más cercano a Al, pero ¿quién? ¿Roxana? El asunto de limpiar la honra personal ya estaba un tanto usado para aquel entonces, para justificar alguna que otra ruptura de la ley, sabía bastante sobre el tema.

Estuve muy metido en aquella meditación, cuando Jacob se acercó a mí y me regresó a la realidad con las siguientes palabras. —¿Qué tal te fue Nick? Lamento asustarte.

—Pues, tengo una idea sobre lo que le pudo pasar por la cabeza al sospechoso, pero me gustaría hablar con otra persona.

—¿Algún nombre en particular? Seguramente la lista es mucho más larga, más si metemos el tema con Estudio Capital.

—Ya hablé con el gordo de Dany al respecto.

—Entonces, este es nuestro día de suerte ¿sabes? Conozco a alguien que nos puede ayudar.

Parte 4

Jacob le dijo algo a su primo en Yiddish, luego hizo una llamada y con eso la patrulla se puso en marcha. Yo tenía la costumbre de no hacer muchas preguntas cuando me tocaba viajar con los uniformados de azul; mucho menos me agrada indicarles que bajasen el volumen a la radio y que no hicieran tantas paradas para comer. Al menos Jacob, tenía un buen gusto musical y siempre me invitaba a lo que le hincaban el diente.

Llegamos a Queens, concretamente a un pequeño local y allí fuimos se encontraba ni más ni menos que Thomas Sousa, uno de los muchos guionistas del famoso estudio de filmación y cuya voz chillona era la otra razón de su fama.

—¿Alfonso Hart? Si lo recuerdo, había sido contratado para hacerle la banda sonora de una película; una que le costó a la cábala unos integrantes, patrocinadores e incluso unos cuantos espectadores.

—Pero ¿cree que eso lo haya empujado a comulgar con cierto tipo de personas? Me parece que eso es un salto de tiburón. —le comenté—, además, tengo entendido que usted tampoco se encuentra en buenos términos con la cábala. Tenemos un potencial criminal suelto, Sousa, considere eso por un momento.

—No lo veo atentando directamente contra la cábala. De eso, ya hay encargados a nivel interno del estudio; pero con respecto a esa gente que se la tiene jurada a mis empleadores, no son precisamente del tipo que hagan un sabotaje. Con que le vaya mal a una película es suficiente.

—Lamento diferir, Sousa. —intervino Jacob. —, ve estas fotos y seguro vas a considerar.

Y las fotos causaron el efecto que mi singular compañero estaba buscando. Por otro lado, mis entrañas confirmaron mis temores, ya que esa entrevista iba a extenderse y después el entrevistado le hizo una seña al camarero y comentó lo siguiente.

—¿Van a querer algo más? Que pague el departamento de administrativo de Estudio Capital. Pues, tengo que comentarles que no le voy a quitar el talento a Alfonso, pero creo que es un tipo que debería reconsiderar muchas cosas sobre sí mismo.

—No vamos a tomar nada, pero gracias por la invitación. —respondió Jacob.

—Lo mismo digo yo, aunque me parece que me faltó comentar algo. Ha sido un gusto conocerle ¿puedo pedirle un autógrafo? —le pregunté.

—Me pareció que se había demorado, detective. Aquí tiene, aunque si puedo averiguar algo más no duden en que estaré en contacto.

Algunas revisiones.

Las presentes palabras no van a agregar mucho, de hecho, creo que las hago lleno de dudas ya que tengo que comentar que las visitas de un solo dígito han regresado a mi blog, así como el hecho que no sé qué hago escribiendo en esta sección de mi propio blog. Me explico, estoy al tanto que estas y otras palabras poco están sirviendo para subir las visitas de mi blog, pero lo cierto es que no me voy a poner a escribir sobre las series de moda con el fin de llegar a mi meta a nivel de estadísticas de visitas; creo que hay pruebas suficientes de como termina eso, creando comentarios que con el paso del tiempo han perdido relevancia.

Las cosas en el mundillo han cambiado y creo que me atrevo a decir que se encuentra a medio camino. No llegó la sangre al río como lo anunciaron con bombos y platillos los famosos profetas del caos en la capital de Venezuela; me atrevo a decir que el año de 2013 fue cuando las baronías regionales tomaron el espacio que los grupos dejaron en la afición de sus respectivos rincones del país; pero ese experimento tampoco es que duró mucho, yo aposté por un caballo que tenía un buen perfil y resultó que perdió la carrera.

Yo eventualmente y en poco tiempo le perdí interés a esa carrera, los asuntos personales eran más importantes y muchas situaciones personales ocuparon un espacio, así como el hecho que la situación del bolsillo fue tomando un peso importante, pero creo que tengo que decir unas cuantas cosas. No se necesitaron muchos eventos de una sola entrega para demostrar que el mundillo friki estaba mutando a lo que es hoy, un asunto que parece que se sumó al cuento que la cuna de libertadores está mejorando.

Pero recordemos que en el mundillo las malas ideas siempre han estado muy presentes, pero la teoría que tengo con relacionado con un competidor que parecía ser uno que no iba a despuntar tanto; pero lo hizo en una situación cuando la competencia no estaba en su mejor momento, lo cierto es que la joya de la corona pudo lograr ese estatus en poco tiempo, aunque ¿Por cuánto tiempo estuvieron en ese plan? Recuerdo que tildaron a esa festividad friki de monopolio, cosa que me pareció estirar mucho ese chicle.

Y ¿Qué pasó con todo ese dinero que se destinaron para crear una matriz de opinión en algunos blogs? Yo creo que esa inversión resultó mal destinada, alguno de esos rincones del internet tiene rato sin actualizarse, me podrán decir unos cuantos que los proyectos relacionados con esos portales han sido mejores recibidos y que seguramente no quieren dormirse en los laureles. Lo siento, si la joya de la corona ya no tiene nuevas entregas o cualquier otra de las festividades que seguían esa política.

Pero ¿Qué va a pasar con el mundillo friki regional después del año en curso? Va a seguir a la deriva, como siempre lo ha estado y creo que no importa quien decida regresar del cementerio de los eventos, lo que considero es que en quinientas palabras no se puede uno extender lo suficiente para decir es que algunos temas relacionados con los organizadores no van a salir a la luz, ya que sería pisarles los callos a muchos cuantos.

En ocasiones.

En ocasiones le he dado vueltas a la cabeza sobre el tema relacionado con mi último empleo presencial y todo lo que ha significado esa experiencia para mí y quizás no debería hacerlo, ya que es una herida cerrada y creo que hice lo que estaba a mi alcance, para ese momento, hacer y que tampoco es que mi estadía en aquel sitio por algunos meses más pudiera haber significado algo. Si parece inicios de mi segundo contrato ya no me sentía tan bien como antes, pero lo mejor es lo que pasa y fue una de esas lecciones que me tomó tiempo en comprender.

En ocasiones pienso en mis excompañeras, ese particular equipo de trabajo que me tocó supervisar y las cosas que vivimos, pero también pienso en todo lo que nos faltó por vivir. Esas salidas para tomarnos una cerveza juntos, lo que se pudo lograr quitando a la manzana podrida del equipo y con una gerencia con unos cuantos dedos de frente para considerar que los ajustes relacionados con el personal estaban en otros departamentos. Pero, quiero creer que allí donde estén, se encuentren bien y aunque dudo mucho que vayan a leer las presentes palabras, debo decir que me faltaron cosas por decirles.

Puede que use el presente mar de palabras para sacarme eso, aunque lo mejor será seguir adelante; el mero hecho de saber que ya no están en ese sitio y que aquella mal llamada empresa era un lugar en donde el crecimiento laboral no estaba asegurado, como siempre pasa en las empresas de tipo familiar en la cuna de libertadores y más en esas en donde la gerencia cree que por tener pico de plata y buena presencia en redes sociales ya pueden hacer lo que quieran. Ya que, hace un mes atrás, me enteré que el representante de una de las nuevas alumnas en mi academia de karate no solo está metido en el mundo de la fumigación, sino que conocía al señor en cuestión.

No dejo de preguntarme alguna que otra cosa, pero lo mejor será dejarlas que se las lleve el tiempo, ya que no hay forma de enmendar la situación, ya que no era una asignación que me correspondía hacer o a cualquier valiente que se le asignase la silla de supervisor del departamento de ventas de aquel sitio. Pero ¿valdrá la pena esto de volver a conseguirme un empleo presencial? Visto lo visto cómo anda la situación en la cuna de libertadores, lo mejor que puedo hacer es mantener mi empleo a distancia.

¿Volveré a verlas algún día? Esa pregunta es una cuya respuesta depende más de ellas que de mi persona, considerando el hecho que cuando me fui sucedieron un montón de hechos que parecieron torcer para peor para ellas; al menos, eso me comentó un excompañero que (al momento cuando escribo estas palabras) parece que sigue en aquel sitio; pero lo cierto es que me gustaría poder a reunirme con ellas.

Dudo mucho que las presentes líneas las vayan a leer, quien sabe si me estoy equivocando.

La sombra de su sonrisa 2 de 2

—Y ¿Qué soñaste amigo? No te preocupes, yo pago. Pero tampoco abuses de tu suerte.

—¿Es importante? Estaré desempleado, pero eso no me quita lo caballero.

—Tiene bastante importancia, aunque no lo creas. Vamos, dilo, ya que el tema de los sueños da para buenas conversaciones y dice mucho de esa cabeza tuya durante esos días. Te lo dice una madre separada del padre de su hija y practicante de yoga.

—Soñé que una de mis ex novias entraba a trabajar a esa empresa y justo en mi viejo cargo. Si quieres más detalles, entraba a la oficina de recursos humanos y allí estaba ella. Las cosas entre nosotros dos no terminaron mal, por eso me dejó pensando aquel sueño.

—Eso era la señal que tu tiempo allí había concluido. Pero bueno, la muchacha regresó, pero para otro departamento y ¿Cómo se lo tomaron?

Para las vendedoras, aquel regreso era una buena señal, ya que finalmente había un contrapeso a la encargada de aquel departamento. Incluso una de las ex vendedoras tuvo en mente volver a la empresa. Pero las chispas entre ella y yo seguían allí, las peleas entre nosotros lentamente se fueron disipando gracias a un cambio que hice. —Y ¿puedo saber qué cambio hiciste? Me interesa saberlo.

—Comencé a lanzarle piropos, funcionó bastante bien. Quizás demasiado bien, ya que me preguntaban de forma constante si me gustaba. Estuve un tiempo negando eso, pero la realidad interna que llevaba era otra.

Para el mal llamado gerente, la empresa estaba evolucionando, ya tenía su estructura de costos, aunque la realidad era que buena parte de mis asignaciones las había tomado Lorena y no importaba mucho cierto episodio inconcluso con el cliente que estaba por irse en lo que quedaba de año. Pero el señor, por decirle de una manera, el año próximo sus planes de expansión iban a comenzar. —Y llegó la primera ofensa. De supervisor pasé a vendedor cuando hubo renovación de contratos.

—¡Es un desgraciado! Lo siento, pero creo que me quedé corta con el insulto.

—Yo pensé lo mismo, pero no le hice caso a esa voz interna. En enero las ventas cayeron, aunque el asunto de la sucursal en la ciudad industrial tomó fuerza y se le dio les dio la bienvenida a dos nuevos integrantes al equipo.

Yo me pasé de honesto al comentar que ya no era el supervisor del departamento, ya que después de eso, todo se fue por la borda y no importó el acarreo de ventas que hice finalizando enero o dos potenciales clientes que estaba por conseguir y mucho menos dos reseñas positivas que se habían obtenido por las redes sociales gracias a unos servicios que saqué.

Un día llegué con ardor en el estómago, problemas en la casa, de paso el departamento de ventas parecía discoteca. —Para rematar, un cliente no soltaba prenda con relación a la dirección donde se iba a prestar el servicio y la lotería se la ganó Lorena, aquel día.

—Y ¿Qué pasó? Debes ser más específico. Voy a pedir la cuenta.

—Le dije que se espere, ya que el tema seguía crudo. Luego de eso, ella fue con el chisme con su supervisora inmediata, a quien le tuve que explicar dos veces todo.

—Parece que nadie le dijo alguna vez tales palabras. Supongo que usaste ese tono fuerte tuyo, se te salía ocasionalmente en la universidad.

Ese sábado y domingo me los tomé como merecidos descansos, me tocó librar aquella guardia; incluso tenía listo un plan para el lunes y mejorar todo mi juego de ventas.

—Pero no fue así, ese día me hicieron la segunda ofensa y mi humor había cambiado para peor.

—¿Qué te hicieron? No me digas que te regresaron a tu viejo cargo.

—Así fue Vanesa. El esperpento aquel alegó una serie de tonterías que solo a él le parecían coherentes; un tema con una toma de inventario que se hizo ese sábado, más el otro problema. Estaba furioso, sentí que debía pararme de la silla y golpear al tipo ese, pero Dios actuó como mi coach y no lo hice. No importaban mis respuestas, como era de esperar había algo en contra de mis argumentos, lo mismo me pasó con la venerable de recursos humanos, mis aciertos apenas eran una gota en un mar de errores.

Estuve allí unos días, evitando a unos y otros, pero muy en especial a ella. Hasta aquel día que metí la renuncia; no podía ser yendo a trabajar con dolor de cabeza y con el estómago hecho un desastre, y no dejaba de preguntarme ¿Cuánto tiempo iba a aguantar ir a trabajar así? Hasta aquel día que me tocó hacer lo que debía hacer, con mucho pesar.

—Me despedí de mi viejo equipo y lo más doloroso fue la despedida con ella; al parecer esas palabras cayeron en saco roto. Ya que después de mi cumpleaños no supe más de ella y mucho menos del resto del equipo, sigo pensando que fue pura pose todo aquello. Lo peor del asunto o quizás lo mejor, fue el hecho que nunca me dieron la cara los gerentes el día en que metí la carta de renuncia, de hecho, aún recuerdo que me fallaba mi pulso cuando me tocó firmarla.

—Tienes que ver el lado positivo, ya no estas ahí. Seguramente, el mal llamado gerente debe estar saltando de la alegría y por lo que me cuentas, buena parte de las entradas de dinero se han ido en gastos superfluos y solo para satisfacer el ego. Y quien sabe si hay temas más turbios aún por salir a flote.

—Tu lo dirás en broma, pero es así. Después de aquel suceso, el interés de aquella persona por Lorena creció, al menos eso me contó la misma persona que la había recomendado para entrar a trabajar allí. No era para menos, de repente se había convertido en la encargada del departamento de cobranza de aquella extraña empresa.

Recordé que las sirenas no eran criaturas de fiar, como lo dejó muy claro Homero en la Odisea. Los temas turbios subieron como la marea según me contaba aquel ex compañero, que resultó ser otro que suspiraba por ella; pobre iluso, quizás pensó que por conocerla de antemano tendría alguna oportunidad.

—Así que supongo que la borraste de tu teléfono y demás sitios.

—Exactamente, pero fue un proceso complicado. Me quedaba mirando la gente en la misma parada de buses donde la dejaba y estuve haciendo eso unos meses, hasta que simplemente comprendí algo. Un asunto muy importante.

Entendí que aquel romance nunca se iba a dar, que el silencio que salía de ella decía mucho, al igual que esa sombra que se dibujaba en su cara cuando sonreía. Ella había conseguido algo, lo que sea que se propuso obtener, pero el costo de obtenerlo no le debió haber parecido muy alto y no era la primera vez que lo pagaba o ponía algo de valor sobre la mesa. Así que el puente entre ella y yo estaba destinado a romperse.

—Y ¿hay algo de lo que te arrepientes? Espero que te acuerdes de la urbanización en donde vivo, te va a tocar llevarme.

—Me arrepiento de haber ayudado a una de las vendedoras quien resultó ser una mala persona y solo anhelaba el cargo de supervisor, solo por tener cierta cercanía con el mal llamado gerente. Pero no me arrepiento de haber sacado agua para que esa gente tuviera para ir al baño, de las sugerencias que hice que no llegaron a buen puerto, de los consejos que les di a esas muchachas.

Tampoco me arrepiento de lo que sentía por la sirena, de los piropos que le hice, de todas esas ocasiones que la acompañé a la mencionada parada de buses y mucho menos me arrepiento de las lágrimas que me tocó secar.

—Por lo que me das a entender, hiciste bien en firmar la renuncia y quemar ese puente. Quien estaba por encallar y perder todo era ella, lo mejor es lo que pasa; aunque nos cueste entenderlo la mayoría de las ocasiones. Aunque a mi no me engañas, seguramente te arrepientes de no haber hecho algo, que te faltó algo por hacer.

—Culpable del cargo. Me arrepiento de no haberle dado sus merecidos golpes al gerente. Claro, de haberlo hecho iba a ser una mancha sobre mi currículo que no me iba a quitar fácilmente, así como creo que dejar de pensar en ella es lo mejor; quien sabe que funciones externas está haciendo hoy. O si todo lo que ha estado pasando allá no es otra cosa que un reflejo de lo que tiene en la cabeza el mal llamado gerente.

Vanesa me sugirió hacerle mala publicidad a la empresa por las redes sociales, el punto flaco de la empresa en cuestión. Le comenté que ya había gente en eso, algunos de los empleados con sus malas acciones y proceder trabajaban arduamente en aquella tarea. Quizás había más personas haciendo eso, así que no iba a hacer mucho en eso, pero les deseaba lo mejor a esas personas

Cuando dejó de llover, me sentí y calmado. Debía hacerlo, la hija de una vecina dependía de mi para pasar un examen de inglés, ya que su profesor no era muy diestro con eso. Pero también, por mí, aquel asunto ya había terminado y quizás no de la manera como quería, pero un final, ya que en muchas ocasiones las cosas no salen como las deseamos y hay que entender eso de forma plena, ya sea con el trabajo o con el corazón.

Aglomerando ideas y comentarios.

Originalmente tenía en mente hacer una respuesta a una vieja entrada de un blog, pero recordé que el responsable del mismo lo borró y hacía referencia al mundillo. También recordé el hecho que ya había hecho una especie de respuesta al mencionado artículo en el momento cuando se dio a conocer y creo que hice referencia al mismo en una de mis aglomeraciones de palabras, así que descarté la idea de inmediato, además ¿Qué podía agregar? Fue una de las preguntas que pasó por mi cabeza, aunque recordé también que ando un tanto corto de artículos y para no perder plenamente ese impulso, mejor me sale hacer algo diferente.

La situación de aquel entonces estaba enfrascada con el tema de las agrupaciones, así como el tema del magno evento, cuando esos dos asuntos eran un tema de vital importancia para el mundillo friki. De hecho, parece mentira como cambió tan bruscamente el mundillo friki; quizás el peor escenario siempre estuvo allí y nadie quiso darse cuenta de eso. Digamos que, para muchas de esas personas, pensar en el hecho que su “autoridad” estaba por terminarse no pasaba por su cabeza. Adicionalmente a eso, considero el hecho que el tema del cierre del mencionado blog pasó un tanto por debajo de la mesa.

Recientemente me llegó un rumor sobre una nueva tienda para la comunidad de MTG en la ciudad jardín de la cuna de libertadores, en un lugar bastante alejado de mi casa, aunque hace unos años me llegó un comentario similar, pero la localización de la mencionada iba a estar en un sitio un poco más céntrico. De hecho, muchas personas del mundillo friki se mudaron a la comunidad MTG cuando no se le podía pedir más a los defensores del mono peleador. Mientras escribo las presentes palabras tengo comentarios encontrados sobre la tienda en cuestión, no fui un jugador destacado dentro de la comunidad, pero ciertas cosas de cómo había sido llevada hasta el quiebre de la última tienda decidí mantener la distancia prudente.

Además, la zona conocida como San Jacinto no es precisamente el lugar en donde me gustaría pasar un sábado; a pesar del hecho que una amiga mía vivió allí antes de irse del país y que la mencionada zona fue por muchos años el epicentro del mundillo friki. De hecho, me parece que es una de esas zonas de la ciudad de Maracay que parece que no quiere dejar de tener importancia para alguna tribu urbana, ya que no solo fue epicentro friki; por mucho tiempo también allí se estuvo llevando las contadas entregas del Estafa Fest revolucionario.

Unido al hecho que parece que muchos lugares icónicos de esa zona parece que lo están demoliendo. Quizás la burbuja de la Venezuela que se está mejorando le está pasando factura al lugar, por cada bodegón que se abre allá, debe haber que se debe romper. Quizás debe tenerse en cuenta que es en donde viven algún que otro militar, de hecho hay unas instalaciones militares en las cercanías.