Su extraño valentín, muñeca pelirroja episodio 3

Ese domingo me dirigí a la comisaria, estaban de guardia Jacob y el jefe. Volver a caminar por aquel recinto me tenía tenso; se me notaba lo oxidado, para mi desgracia no los encontré en la oficina del forense, aunque solo me bastó con seguir el olor a cigarrillo que había captado. Yo tenía entendido que el jefe estaba haciendo lo que podía para dejar aquel vicio, aunque hay ciertas cosas que simplemente les cuesta morir.

—¡Que alegría verte muchacho! Y ¿Qué te trae por estos rumbos? —me preguntó el jefe.

—Necesito hablar con la que era la esposa del sospechoso. —respondí.

—Me debe el desayuno de mañana, jefe. Le dije que esa persona realmente iba a ser la primera en la lista. —replicó Jacob. —, dame un momento Nick. Ya te voy a dar esa información.

—A pesar del hecho de que perdí esa apuesta, debo reconocer el hecho que tienes el estómago de hierro. Soportar a ese ser tantas horas no debió ser fácil, voy a decirle a algún patrullero que te lleve hasta la casa de esa desdichada.

—Lo mejor será que vaya al pequeño local que lleva, jefe. Dudo mucho que la vaya a encontrar en su hogar, aquí tienes la información, Nick; si quieres tener una buena racha, lo mejor será que me esperes, voy a darle una vuelta a Parque Central y sus alrededores.

Jacob y yo dejamos el pequeño jardín, yo le escuché gritar algo en Yiddish y al cabo de unos minutos ya estaba lista una patrulla para partir.

—Nick, te presento a mi primo Abraham, va a estar de apoyo. Es un hombre de pocas palabras. —me indicó Jacob, me había tocado el puesto trasero para mi desdicha. No era precisamente un sitio cómodo para un viaje, por muy corto que fuese.

—¡Menos mal! De lo contrario, diría que, si no le gusta la Ley, debería meterse al mundo de la lucha libre.

—Campeón nacional por dos años seguidos en lucha grecorromana en Varsovia. —fue la respuesta que obtuve, casi a modo de telegrama.

—¡El mismo comentario hizo el jefe el día que lo conoció! Pues, te adelanto una idea que manejamos. De un momento a otro, estos saboteadores van a tener que manifestarse; le hemos soltado prenda a los sospechosos habituales que recorren los muelles y no quieren soltar mucho al respecto.

—¿Han dicho algo así sea de manera sutil?

—Personalmente, tiene que ver con el esfuerzo bélico, aunque parecen que están buscando un blanco.

Parte 2

—¿Qué le vio Roxana a ese ser? —me preguntó Jacob. No sé si fue a propósito o coincidencia, pero la trompeta de Miles Davis y su versión de “mi gracioso Valentín” estaba sonando.

—No tengo idea, Junior. Hay que agradecer que no ha dejado descendencia, pobres de las criaturas con semejante progenitor; este barrio solía ser tan activo, ahora es una sombra de lo que una vez fue. —comenté nostálgico por alguna razón.

Les pedí que me dejasen a pocas cuadras del local, se me había metido en la cabeza que aquella visita se debía sentir lo más natural posible. Al abrir la puerta del local me llevé una sorpresa, aun había gente muy interesada en pelucas y artículos para las fiestas. De repente, escuché las siguientes palabras y con un acento que la delataba como nativa de algún rincón del caribe. —¡No pienso pagar al seguro esa cuota! Lo dejé muy claro ese día cuando me reuní con su gerente.

—No trabajo para una empresa de seguros, mi visita tampoco está relacionada con ese tema y ni mucho menos con los artículos tan particulares que tiene para vender. —le respondí y pareció que mis palabras no causaron en ella el efecto que quería. Así que difícilmente podía asociar calma con esa persona.

—Déjeme decirle que ese sombrero tipo Fedora es muy usado por cobradores de seguro, pero ¿Qué lo trae por aquí?

—Soy Nick Foster, detective privado. Supongo que usted es Viviana Lanz ¿me equivoco?

—Si, mucho gusto. Y ¿en qué puedo ayudarle? Piense sobre lo que le dije del sombrero.

—He venido a hablar sobre su exmarido; hay mucho que decir sobre él y creo que se va a meter en un problema muy serio. —“parece que no es la primera vez que esta mujer escucha esa frase” pensé y la cara arrugada de Viviana era evidente.

—Como puede ver, estoy en un momento no muy oportuno para hablar de ese tema. Tengo un pedido que cumplir, lo cierto es que no voy a hacer muy amable ¿queda claro?

En ciertos círculos, Viviana era vista como una especie de ladrón de guante blanco y muy metida en el asunto de vender baratijas exóticas. Otra de las tantas personas que fueron muy vocales con una licitación que hizo Estudio Capital y que derivó en una larga serie de polémicas. —Llegó un momento en que simplemente no lo soportaba. A pesar del hecho de que él era el músculo de la relación.

Parte 3

—Y ¿en algún momento mostró algún interés por la política?

—Durante el tiempo que estuvimos juntos, no. Era el típico bohemio que ese tema le pudo parecer un asunto pueril; la música era lo suyo, luego estaba el tema de querer parecer superior intelectualmente ante la gente.

—¡Caramba! Me da a entender que usted era algo más que el cerebro de la relación ¿Cuándo fue la última vez que lo vio?

—Hace unos tres años, fue en la corte; aproveché en cerrar ese tema. Aunque la orden de alejamiento me pareció mejor, era eso o verlo cada cierto tiempo. Fue una de las mejores cosas que he hecho; claro, todo el tema de limpiar mi nombre se me hizo muy cuesta arriba desde aquel día.

—Entonces, esto es más por curiosidad personal ¿eso que me relató tiene que ver con Estudio Capital? Más de uno parece que no tiene una opinión muy favorable de esa gente.

—¡Efectivamente! Mire detective, por aquí no ha pasado. Sabe muy bien que no será recibido con los brazos abiertos. Quiero creer que desde el momento en que le coloqué esa orden, pues debió aprender a manejar el dinero ya que, desde su querida guitarra, pasando por los zapatos y su único traje, se los compré yo. —La entrevista no valía la pena darle largas, si eso era lo que opinaba la mujer que una vez lo amó. Seguramente, algo se había quebrado o liberado cuando esa relación llegó a su tan particular final y pudo darle riendas sueltas a ese comportamiento suyo. O quizás estuvo buscando algo con lo cual llenar ese vacío interno.

Dejé la tienda, pero me acompañaba la pregunta ¿Quién podía darme más detalles? Pasó por mi cabeza la idea de preguntarle a alguien mucho más cercano a Al, pero ¿quién? ¿Roxana? El asunto de limpiar la honra personal ya estaba un tanto usado para aquel entonces, para justificar alguna que otra ruptura de la ley, sabía bastante sobre el tema.

Estuve muy metido en aquella meditación, cuando Jacob se acercó a mí y me regresó a la realidad con las siguientes palabras. —¿Qué tal te fue Nick? Lamento asustarte.

—Pues, tengo una idea sobre lo que le pudo pasar por la cabeza al sospechoso, pero me gustaría hablar con otra persona.

—¿Algún nombre en particular? Seguramente la lista es mucho más larga, más si metemos el tema con Estudio Capital.

—Ya hablé con el gordo de Dany al respecto.

—Entonces, este es nuestro día de suerte ¿sabes? Conozco a alguien que nos puede ayudar.

Parte 4

Jacob le dijo algo a su primo en Yiddish, luego hizo una llamada y con eso la patrulla se puso en marcha. Yo tenía la costumbre de no hacer muchas preguntas cuando me tocaba viajar con los uniformados de azul; mucho menos me agrada indicarles que bajasen el volumen a la radio y que no hicieran tantas paradas para comer. Al menos Jacob, tenía un buen gusto musical y siempre me invitaba a lo que le hincaban el diente.

Llegamos a Queens, concretamente a un pequeño local y allí fuimos se encontraba ni más ni menos que Thomas Sousa, uno de los muchos guionistas del famoso estudio de filmación y cuya voz chillona era la otra razón de su fama.

—¿Alfonso Hart? Si lo recuerdo, había sido contratado para hacerle la banda sonora de una película; una que le costó a la cábala unos integrantes, patrocinadores e incluso unos cuantos espectadores.

—Pero ¿cree que eso lo haya empujado a comulgar con cierto tipo de personas? Me parece que eso es un salto de tiburón. —le comenté—, además, tengo entendido que usted tampoco se encuentra en buenos términos con la cábala. Tenemos un potencial criminal suelto, Sousa, considere eso por un momento.

—No lo veo atentando directamente contra la cábala. De eso, ya hay encargados a nivel interno del estudio; pero con respecto a esa gente que se la tiene jurada a mis empleadores, no son precisamente del tipo que hagan un sabotaje. Con que le vaya mal a una película es suficiente.

—Lamento diferir, Sousa. —intervino Jacob. —, ve estas fotos y seguro vas a considerar.

Y las fotos causaron el efecto que mi singular compañero estaba buscando. Por otro lado, mis entrañas confirmaron mis temores, ya que esa entrevista iba a extenderse y después el entrevistado le hizo una seña al camarero y comentó lo siguiente.

—¿Van a querer algo más? Que pague el departamento de administrativo de Estudio Capital. Pues, tengo que comentarles que no le voy a quitar el talento a Alfonso, pero creo que es un tipo que debería reconsiderar muchas cosas sobre sí mismo.

—No vamos a tomar nada, pero gracias por la invitación. —respondió Jacob.

—Lo mismo digo yo, aunque me parece que me faltó comentar algo. Ha sido un gusto conocerle ¿puedo pedirle un autógrafo? —le pregunté.

—Me pareció que se había demorado, detective. Aquí tiene, aunque si puedo averiguar algo más no duden en que estaré en contacto.

(No tan) Querida Inquisición

Hay un elefante en la habitación, Inquisición, tanto tu como yo lo sabemos. Es un tema del que no quieres hablar, por mucho que te contente que haya algo de calma y paz en el mundillo, lo cierto es que hay ciertos detalles que no te has dado cuenta ¿Cuándo fue la última vez en que tus ahijados actualizaron su portal? ¿Cuándo fue la última polémica que hubo en tu página que te generó visitas por un buen tiempo?

No importa cuántas veces trates de renovarte, de cuantas gimnasias mentales hagas con tus comentarios, alegando que estas usando tu libertad de expresión, pero te desentendiste cuando los alegatos del organizador de la incuestionable e insuperable parecía más un berrinche, dejando al rey delos tuertos desnudo ante la plebe. Adicionalmente ¿Cuál es el miedo de mostrar el número total de visitantes que has tenido desde tu última renovación?

Con la muerte de la peor fiesta friki de la capital dejaste de ser la misma, de hecho me atrevo a decir que mejor mantén ese esfuerzo que haces en ganarte a la nueva generación y los contados organizadores de saraos que quedan en la capital, ya que viajar están difíciles para todos.  Tú y yo sabemos que el trono está vacío, por mucho que se diga que la “triple c” sea quien trate de llenarlo y que sea algo que no te agrade del todo el escenario; ya que, seamos honestos, te gustaría ver el regreso de la insuperable fuese una realidad.

La página que llevaba hasta no hace mucho el nombre de una organización criminal nativa del país del sushi hizo un cambio editorial, extrañamente, distanciando sus comentarios de lo que acontece en la cuna de libertadores  y que el horizonte se encuentra muy diferente, es decir tu némesis  hace rato decidió cambiar su línea editorial; a todos nos ha tocado, la verdad, era algo que nos debía suceder.

See Your Space Cowboy

Después del 20M ¿Qué se va a hacer?

Después de dos (intentos) de artículos de una extensión de mil palabras, era necesario que haga un tercero, pero no con esa misma extensión pero con un tema serio. De hecho, creo que la pregunta que le da título a esta cosa es una de esas preguntas válidas que se necesita hacer ahora. Quizás, estas líneas posiblemente están llegando tarde,  como es normal.

Pero ¿Qué se va a hacer después de ese día? Aparte de ir a trabajar, los que les toca así como a otros les va a tocar ir a comprar comida y mantener la poca cordura que le queda a la gente; pero también hay que mantener la lucha adelante. Es decir, todos aquellos que creen que está mal llamada segunda independencia tiene las maletas listas para irse, lo que hay que hacer es convencer a la gente.

Hay que convencerlos que lo que han vendido como alternativa, es una receta al desastre y que la realidad en la que estamos viviendo, es prueba de ello. Por mucho que digan que lo que hay aquí, no es verdadero socialismo, creo que muchos les han dejado sin una defensa. La realidad es que si, aquí hay un socialismo marxista propiamente dicho, las figuras de bancos públicos, impuestos progresivos y educación pública también están en el famoso manifiesto comunista, como una serie de listas que se deben tomar para meter el marxismo en un país. Así que, ya tienen como defenderse; por mucho que digan que la meta es construir algo parecido a lo que hay en el Norte de Europa, es evidente una cosa.

Esos países, llegaron a ese nivel gracias a dejar libre el mercado pero están regresando a los modelos socialistas, gracias a la agenda políticamente correcta que (extrañamente) está matando todo lo que han construido con tantos años de esfuerzo. Creo que se hace evidente que a esta gente le conviene esa agenda, siempre y cuando ellos mismos se encuentren en lo alto del desastre que quieren implementar.

 

See Your Space Cowboy