Ahora es mi turno de comentar una que otra cosa al respecto. Así que les pido que me escuchen atentamente y dejaré en claro que mis palabras van para rato, las preguntas me las pueden hacer para cuando termine mi intervención y vamos a darle un espacio para ustedes.
Entonces ¿Ya confirmaron el asunto que invitaron a Wendy? Y menciono esa que están pensando, esa invitada recurrente que a cada rato decía que era la prima de la notable anfitriona.
Queda en evidencia una cosa, que todo huele a una trampa y nos quieren dentro de la misma; o por lo menos, es un regalo envenenado. Momento ¿Es una fiesta de disfraces ahora? Creo que si digo ¡Caramba! Me quedo corto, además creo que lo mejor será mantener las formas y más considerando lo que nos estaremos jugando esta noche.
La anfitriona ya hizo una anteriormente, en una casa con piscina y creo que puedo decir que no hay que decir mucho más, ya que es evidente como terminó todo aquello. Puedo reconocer a unos cuantos que estuvieron allí y que no nos fue muy bien que se diga.
Y ¿Quién me dio autoridad para quejarme? Pues, soy amigo de la anfitriona y al punto que casi que formo parte de su familia; quiero creer que todos los aquí reunidos no están dispuestos a escuchar la terrible frase y ya conocida que reza así “Anda a sacar a bailar a mi prima.” Hasta repetirla me puso la piel de gallina.
Su silencio me lo dice todo señores y para tal mal rato debo decirles algo. He traído un plan que nos va a asegurar algo ¡Que esta noche ninguno de nosotros va a bailar con la prima de la anfitriona! Es un plan que es a prueba de balas, así como de tontos, aunque es mi deber moral decirles que no es para cobardes y que los que quieran marcharse pues están a tiempo para hacerlo y al menos por mi parte, no habrá rencores ni resentimientos.
Gracias por su voto de confianza y no importa el tiempo de fiesta que sea, ya que tengo información de dos variables importantes. Las cuales son la lista de invitados y el lugar. Como pueden observar en la diapositiva, esa será la distribución de la música, bebida y comida. Quiero que usen cualquier medio a su disposición para aprenderse este diagrama, ya que es parte importante de nuestro plan ¿Queda claro? Les aseguro que nada va a salir mal.
La zona designada como la pista de baile por primera vez se encontrará en el patio, lo que implica que las amigas de la anfitriona van a tener una ruta diferente. En cosa de minutos me van a confirmar que la ruta que van a tomar es la siguiente, van a tomar una que comienza por la sala que lleva al patio, dejando a la prima en el flanco izquierdo de la pista de baile improvisada.
*
A la hora indicada la fiesta comenzó, la alegría flotaba en el aire, pero no estaba sola. Durante la primera pausa se llevó a cabo la siguiente conversación y la cual puso de manifiesto la sensación que se estaba escoltando a la alegría, así como daba la impresión, que, de un momento a otro, iba a caer de sorpresa.
—Señor, la prima de la anfitriona no está donde usted dijo.
—Soldado, con eso no se juega. Conozco bien el terreno y… ¡Demonios!
Confirmó con sus ojos que la mencionada no estaba en el lugar designado ¿Dónde podría estar? El miedo le recorrió desde la cabeza hasta los pies, pero no se dejó gobernar por aquel y sacó su teléfono para revisar la lista de los invitados.
—Soldado, aquí hay gato encerrado ¡Ve a la pista de baile y revisa con quienes están bailando nuestros hermanos! Y ¡hazlo rápido! Tenemos mucho en lo que hay que trabajar, soldado.
—¡Señor, si señor! Y mientras tanto ¿Qué va a hacer usted? Mire que estamos en desventaja. Voy al baño y me pongo con ese tema, señor.
Bebió lo que le quedaba de cerveza de un único trago, trató de ocultar las consecuencias de aquella acción, le generó unos temblores, pero con el efecto esperado. Estaba lleno de bríos, así como ya tenía las palabras que estaba buscando en su lengua, pero debía darle una respuesta corta.
—Voy a hablar con quien dio la información, soldado.
La situación estaba tensa, apenas horas atrás se mostró seguro y hasta estoico; pero recordaba que era humano como cualquier otro de aquellos invitados y así como el hecho que debía confirmar todo lo que le dijeron, así como su peor temor. Así como el hecho que toda su motivación estaba dedicada a que nadie más padeciera lo que le tocó con la prima de la anfitriona.
¿Quién podía ser aquel desdichado? Se preguntaba, mientras evitaba a los adornos, las bandejas llenas de comida y cualquier otra distracción; no era del tipo que le gustaba tener detalles sueltos y la situación aquella tenía todas las señas de ser una de esas. Por esa razón, no le gustaba mucho todo aquello, le hacía recordar que en todos esos malos ratos que pasó sacando su carrera en la universidad.
Pero no era el único angustiado, ya que su informante se encontraba en la misma agitación y una mirada superficial todo aquello parecía un encuentro sacado de una película romántica; aunque para ellos no lo era tanto. Siempre se decía que aquellos dos tenían algo, pero nada que lo confirmaban o no tenían ganas de concretarlo.
—Revisé dos veces la lista de invitados, Rogelio. Wendy está invitada, yo misma la vi. Tengo que hacerte una pregunta ¿No crees que estas exagerando? Yo sé que ella tiene algo de mala fama y que les ha causado molestias a unos cuantos, a la hora de bailar, pero tampoco para tantos.
—Y unos cuantos desembolsos que tuve que hacer. Para ver si me había fracturado el pie, Melisa. No es cualquier cosa, al menos así lo veo.
Melisa recordó algo, al principio le pareció poca cosa. Recordó primero lo que le contó su hermano mayor, que una vez bailó con Wendy y todo el mal rato que todo aquello le había causado y aquel sabía bastante bien que era un mal rato.
—Lo que te voy a decir no es cualquier cosa y estoy segura de que no me vas a creer de buenas a primera. Así que lo mejor que puedes hacer es acompañarme a la pista de baile para que lo confirmes todo con tus propios ojos.
Ambos fueron con paso apresurado, Rogelio observó en una primera instancia que todos los muchachos que se plegaron a sus planes estaban bailando con Wendy, pero se sorprendió al ver que la prima de la anfitriona estaba bailando y con alguien cuya cara no la reconocía.
—Y ¿Quién es ese que está bailando con Wendy? Y ¿Qué le hicieron a ella?
—La anfitriona le hizo un cambio de apariencias, Rogelio ¿Impresionado? Ya no es la poco habladora “gótica” y hasta la metieron en lecciones de baile, para que esos cuentos solo fuesen eso; aunque no ubico a la persona que está bailando con ella…Me va a tocar revisar otra vez la lista de invitados.
—No va a hacer falta, la verdad. Más bien, no me sorprende que la anfitriona haya tomado tanto vuelo y es que si te fijas es ni más ni menos que el famoso Capitán Relámpago, uno de los integrantes más famosos del gremio de los aventureros espaciales. Aunque, aquí entre nos, no voy a negar que Wendy se ve bien, pero eso dice una que otra cosa de nuestro singular invitado.
Rogelio confirmó lo que estaba viendo, bebió un poco quizás buscando algo que no fuese tan contundente como respuesta y le dio una mirada a Melisa quien estaba ya ansiosa por la espera de comentario alguno.
—Y ¿Qué tienes que decir sobre ese invitado?
—Que los aquí reunidos están confirmando un asunto. Es que el gusto en compañeras de baile de tan notorio integrante de ese gremio dice mucho de él como persona. Ni hablar del metabolismo de Wendy, que supo estar a la altura de todos eso cambios que debió padecer en ¿Cuánto tiempo?
—Esta fiesta la estuvieron organizando por dos meses, Rogelio y ¿Qué vamos a hacer sobre los otros cuentos?