La pregunta que le da título al presente (intento de) artículo es una que me parece que es válida. En vista que, seguramente, cuando estas líneas vean luz pues las fotos que se sacaron de esos ejercicios militares bolivarianos que se realizaron a nivel nacional ya tienen rato circulando. Por supuesto, a la comparsa creada se le unió ni más ni menos que “el pueblo”. De hecho, creo que por el valor de esos ejercicios nos podemos comprar un buen número de comida en el extranjero.
De hecho, los primeros ejercicios se hacían no para infundir miedo a los militares extranjeros, sino a los que no estamos en buenos términos con el gobierno revolucionario, pero este último pues da un ataque de risa. Mira que usar maquetas sacadas de alguna primaria y esperar que unos humildes barcos pesqueros (llamados peñeros) vayan a servir de muro de contención contra los portaaviones de la armada del gigante del norte causa una risa impresionante.
Considerar que el escenario en Venezuela le va a ser tan adverso a los Marine como el que hay en el Medio Oriente, es realmente tonto. De hecho, la situación en la cuna de libertadores es bastante sencilla en comparación con esos problemas en aquella región del mundo y dudo mucho que el comando borracho, el comando manteca y la milicia canosa así como los soldados criollos vayan a ser una amenaza. El chiste se cuenta solo, la verdad.
Además ¿Qué tanto desastre pueden hacer los drones? De hecho si comparamos los daños que causan con los que ha causado el socialismo revolucionario en Venezuela, creo que los primeros se quedan como niños pequeños y aunque muchos hablen del hecho que todo el asunto de la intervención podría derivar en una guerra civil llega bastante tarde. En vista que ya estamos en una, pero no declarada de forma plena, ya que ¿Qué nacionalidad tienen los miles de asesinados por la inseguridad? Y el mero hecho que estos asesinatos lejos de aplacarse, ahora son mayores dice mucho de la administración de la justicia en la cuna de libertadores y el hecho que unos no quieren ver el problema de forma seria. Y ¿Qué tengo que decir los “refuerzos rusos y chinos” que estarían apoyando a los revolucionarios? Y creo que mi respuesta es una pregunta ¿Han visto un mapa en los últimos días? Digo, la distancia vía marítima que hay que recorrer desde costas rusas y chinas para llegar a Venezuela es bastante amplia, pero si la comparamos con la distancia que deben recorrer la flota estadounidense es bastante menor.
Además señores, en caso que todo ese cuento de la invasión (que me recuerda al cuento de Pedro y el Lobo) pues en caso de darse ¿Van a cumplir la promesa de invadir la Casa Blanca? De hecho yo creo que debo agregar unas cuantas preguntas con respecto a eso, creo que merecen un análisis; así que creo que debo comenzar por ¿El glorioso ejército bolivariano de Venezuela tiene la capacidad técnica, humana y de fuego para no solo sacar a un ejército invasor sino para devolver la jugada?
Digo, yo creo que si le meto un golpe a cualquier miliciano de recién ingreso estoy más que seguro que le saco el aire. Siguiendo con las preguntas si no hay comida para los civiles ¿Qué les hace creer que lo habrá para los uniformados? Así mismo y en ese asunto de las preguntas ¿Cuántas bases estadounidenses creen que hay solo por aquí? Y ¿Cuántas aguas internacionales van a tener que cruzar para llevar a cabo esas palabras? Digo, dudo mucho que algunos países vayan a aceptar eso, así como dudo mucho que la flota pueda aguantar dicho trayecto.
No comprendo tampoco la doble moral, se quejan de las bases militares del gigante del norte en el mundo pero aplauden que países como China y Rusia quiera hacer lo mismo a nivel mundial. De hecho, si nos vamos a quejar del imperialismo y las intervenciones militares al menos vamos a hacerlo de forma plena, señalando a todos los culpables en cuestión y sin distinción alguna. Creo que lo mejor que puede hacer el residente de La Casa Blanca es jugar a la invasión con su par de Miraflores, de hecho hasta le sale más barato que movilizar tropas (así sean las de reserva).
Con respecto a las nuevas sanciones y al hecho que las ventas del oro negro venezolano hacia los Estados Unidos van a entrar en una debacle, pues creo que me toca reiterar unos puntos. Las sanciones tienen una razón de peso, de hecho creo que las últimas acciones que ha hecho el actual gobierno dejan mucho que desear y el mero hecho que países como Japón y Canadá se han manifestado en contra ¿Aún siguen pensando que es un simple capricho? De hecho, creo que no.
Esas sanciones son específicas, tienen nombres y apellidos. Y esos corresponden exactamente a ciertos funcionarios del gobierno revolucionario que ¿Dónde dejan su coherencia en el discurso que no le tienen mucho aprecio a los Estados Unidos? Cuando tienen no solo cuentas bancarias sino también, bienes raíces e incluso buena parte de sus familiares están allí. De hecho, los casos de corrupción venezolanos son ya asunto serio y más considerando el hecho que tiene nexos con lo peor de lo peor que hay en el mundo.
Así que ese cuento de que las sanciones van en contra de toda la cuna de libertadores es otro recurso que da risa. Pero, si bien la popularidad tanto de lo que queda del partido de gobierno y su mal llamada oposición no están en su mejor momento tanto a nivel nacional e internacionalmente el cuento es casi casi similar. De hecho, no creo esos cuentos que el escenario que sirva de acto de apertura para una nueva guerra mundial sea Venezuela, de verdad es un asunto que da un poco de risa. De hecho, las economías de las grandes potencias están tan interconectadas, que dudo mucho que de un día a otro, vayan a caerse a golpes y misiles solo por un pequeño terreno en el continente sudamericano.